Las tortugas ahora tendrán un hogar natural en el departamento del Meta con las condiciones adecuadas para vivir dignamente
Con la ilusión de la libertad, 140 tortugas acompañadas de un equipo del Área Metropolitana, recorrieron más de 630 kilómetros por carretera desde el Valle de Aburrá hasta el departamento del Meta, un territorio que sí corresponde a su distribución natural y donde pueden desarrollarse adecuadamente.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá, a través de su Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR), realizó la liberación de 90 tortugas brasileras (Podocnemis unifilis) y 50 tortugas morrocoy (Chelonoidis carbonarius) en el departamento del Meta, gracias a un trabajo articulado con Cormacarena, autoridad ambiental de la región.
Tortuga 2

Ese departamento será el nuevo hogar de estas tortugas donde ahora cuentan con las condiciones climáticas y ecológicas necesarias para sobrevivir, alimentarse y reproducirse.
Estas especies no habitan de forma natural en el Valle de Aburrá
Su presencia en la región está relacionada principalmente con el tráfico y la tenencia ilegal de fauna silvestre, actividades que continúan afectando a cientos de animales cada año. Las tortugas liberadas habían ingresado al CAVR tras ser encontradas en viviendas, comercios o decomisadas por las autoridades en operativos de control.
Las afectaciones más importantes en estas especies por la tenencia ilegal son:
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- Dietas inadecuadas, que llevan a desnutrición y enfermedades crónicas.
- Deformaciones en el caparazón, causadas por la falta de luz solar, minerales y condiciones ambientales adecuadas.
- Estrés y comportamientos alterados por vivir en espacios reducidos y artificiales.
- Pérdida de sus funciones ecológicas, que afectan los ecosistemas donde deberían habitar.
Ninguna especie silvestre debe vivir en cautiverio como mascota
La fauna cumple roles ecológicos indispensables y pertenece a los ecosistemas, no a los hogares.
Recuerde que no comprar, no tener y no traficar fauna silvestre, además de acudir a las autoridades ambientales ante cualquier caso de tenencia o comercialización ilegal, es contribuir al bienestar animal y al respeto de la vida de cualquier especie.










