En la vereda Rancho Quemado de Segovia, Nordeste de Antioquia, donde hay 300 personas confinadas desde hace varias semanas por los combates entre el ELN y el Clan del Golfo, solicitan la intervención urgente del Gobierno Nacional.
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El alcalde de Segovia, Didier Osorio, aseguró que hay hambre entre la población, pues las personas no pueden salir a hacer sus labores en el campo ni comprar alimentos.
Además, entre los desplazados de las veredas Arenales, Jagua, El Aguacate, Monte Frío y San José del Pesca hay cien niños desescolarizados y siguen sin garantías de seguridad para regresar a sus escuelas.
Aunque el Ejército hace presencia en la zona, no ha sido suficiente para calmar la zozobra de los habitantes que hoy no quieren regresar a sus viviendas y parcelas hasta considerar que tienen las suficientes garantías de seguridad.