El especialista Pablo Mateo detalla los tipos de implantes disponibles, las expectativas sobre el tamaño y los avances quirúrgicos en esta área.
El urólogo Pablo Mateo, en su columna publicada en ‘Listín Diario’, explicó que la colocación de una prótesis de pene constituye la alternativa terapéutica definitiva para los hombres que padecen disfunción eréctil severa.
Esta condición afecta a millones de varones en el mundo y se caracteriza por la imposibilidad de lograr o mantener una erección suficiente para la penetración.
Cuando tratamientos habituales como los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 (sildenafilo, tadalafilo, entre otros), las inyecciones intracavernosas o las terapias con ondas de choque no logran resultados satisfactorios, la implantación de una prótesis ofrece una solución duradera.
El especialista destacó que el objetivo de la cirugía no es modificar el tamaño del pene, sino restaurar la rigidez que permite una vida sexual activa y funcional.
Pablo Mateo detalla los tipos de implantes disponibles y aclara mitos sobre el tamaño Foto:Vía Listín Diario. GDA
Tipos de prótesis de pene
El doctor Mateo describió dos modalidades principales:
*Prótesis maleables o semirrígidas: fabricadas con cilindros de silicona que permanecen firmes, aunque flexibles. Son fáciles de implantar y manipular, pero ofrecen un aspecto menos natural.
*Prótesis inflables de tres componentes: permiten simular una erección casi idéntica a la fisiológica. Funcionan mediante un dispositivo en el escroto que llena el pene de líquido para lograr rigidez y luego permite el retorno al estado flácido.
Expectativas sobre tamaño y grosor
El especialista aclaró que las prótesis no están diseñadas para aumentar de manera significativa la longitud o el grosor del pene. «No existen prótesis diseñadas específicamente para aumentar de manera significativa la longitud o el grosor del pene más allá de lo que la anatomía del paciente permite», recalca.
La cirugía se centra en adaptar el implante a la anatomía real del paciente:
*Durante la operación, el urólogo mide con precisión la cavidad de los cuerpos cavernosos para seleccionar el cilindro más adecuado.
*El implante ocupa el espacio interno y externo del pene, pero no lo alarga artificialmente.
*Muchos pacientes perciben el pene más corto tras la cirugía, lo cual se relaciona con la pérdida de elasticidad de los tejidos por los años de disfunción eréctil, no con el implante en sí.
Algunos modelos inflables, al expandirse, pueden dar una apariencia más robusta en grosor, aunque este efecto es limitado y depende de la anatomía de cada individuo.
La prótesis de pene es la opción definitiva para la disfunción eréctil severa. Foto:iStock
Avances y técnicas complementarias
La urología moderna ha desarrollado estrategias para optimizar los resultados estéticos y funcionales de las prótesis:
*Prótesis de expansión giratoria: modelos de última generación que permiten, además de la rigidez longitudinal, cierta expansión en el diámetro del pene, lo que ofrece un aspecto más grueso.
*Técnicas quirúrgicas combinadas: en algunos centros se realizan procedimientos adicionales junto con la implantación, como la liberación del ligamento suspensorio del pene o lipoinjertos de grasa en el pubis. Estas técnicas buscan mejorar la percepción de longitud, pero tienen un carácter más cosmético que funcional y no siempre son recomendadas de manera rutinaria.
*Rehabilitación peneana previa a la cirugía: la utilización de bombas de vacío o estiradores antes del implante ayuda a mantener la elasticidad de los tejidos, lo que permite aprovechar al máximo la longitud disponible al momento de colocar los cilindros.
Su objetivo principal es restaurar la rigidez, no aumentar el tamaño. Foto:iStock
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