José Javier Posso pensó que lo iban a robar y sacó un arma traumática para defenderse. Sin embargo, no eran asaltantes, eran policías de civil, quienes al ver el arma, reaccionaron y dispararon.
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TOMADO DE: qhubobucaramanga.com
Antes de que José Javier Posso fuera baleado por un policía de la Sijín frente a su esposa, el señor de 49 años de edad preparaba todo para ir al hospital y seguir los delicados tratamientos de su única y amada hija. Pero una atroz confusión selló su final, y en menos de un minuto el hombre falleció en brazos de su mujer la noche de este lunes, en el barrio Nogal de Soacha.
Un vacío indescriptible se percibía ayer frente al asadero de este reconocido comerciante, sitio donde habitaba y tenía su negocio desde hace más de 15 años. También es el lugar donde José tenía su vehículo parqueado y frente al cual cayó desplomado tras recibir varios disparos en su cuerpo y rostro.
Los moradores ayer rememoraban el triste desenlace de su vecino y estaban indignados por el accionar del uniformado, que en ese momento estaba vestido de civil. Las autoridades han sacado sus versiones, e incluso el alcalde de Soacha se pronunció al respecto por esta triste tragedia.
Trágica confusión con armas
Eran las 10:15 de la noche. Don José y su esposa Lucero acababan de cerrar el asadero, ubicado en la esquina de la Diagonal 30B con Transversal 7C, pues iban a llevarle algo a su hija (de 19 años), quien se encuentra hospitalizada.
“De un costado venían tres presuntos policías a pie y del otro lado venía otro en moto. José se dio cuenta de que estaban armados, así que él reaccionó sacando un arma traumática que cargaba, echó un par de disparos al aire, con el objetivo de dispersarlos, pero uno de los policías le respondió con disparos dirigidos directamente hacia su cuerpo”, contó a Q’HUBO un vecino del comerciante, que alcanzó a ver toda la escena.
La esposa de José también manifestó detalles de lo ocurrido: “vimos que venían unos señores caminando rápido, otros detrás en unas motos y cuando llegaron a la esquina, uno de ellos le pidió el bolso a una señora, y más adelante tres de los hombres desenfundaron sus armas, entonces mi esposo dijo: ‘vienen por nosotros’. Él se bajó del carro e hizo un disparo de advertencia con el arma traumática, pero de inmediato todos nos comenzaron a disparar. Uno de los civiles mató a mi esposo, nunca se identificaron que eran policías”, señaló Lucero Forero.
Al parecer, la Sijín iba detrás de un bandido identificado como alias ‘Cúcuta’, cuando ocurrió la desgracia. El comandante de la Policía de la Región Metropolitana de la Sabana, general Óscar Gómez Heredia, dijo que “el personal se trasladaba por este sector, se encuentran con una pareja que estaba al interior del vehículo. El hombre desciende de este y hace inicialmente un disparo al aire, por lo que los uniformados reaccionan. Ellos sí iban de civil, son de investigación criminal y de inteligencia. No sabemos por qué la víctima desenfunda un arma”.
La respuesta a esto último nos la dio un vecino de José, quien relató que “a él ya lo habían robado varias veces por esta zona, ya que el era comerciante. Había adquirido esa arma traumática para defenderse, ya que ya lo habían herido en su mano y ellos (José y su pareja) solo trabajan para pagar los tratamientos de su hija, que viene enfermita desde pequeña”.
Cuando los disparos lo impactaron, José volvió a caer dentro de su carro. Los vecinos vieron que “su mujer salió desesperada, lo sacó del auto y al lado cayó su arma traumática; ella la retiró de su lado. De una vez llegó un Policía, la tiró a un lado y la esposó. Los vecinos comenzaron a tirarles piedras al oficial, que accionó su arma contra José y tuvieron que llegar refuerzos para sacarlo de aquí. Lo más duro es que sin siquiera hacer bulla, los policías nos tiraron gases lacrimógenos, a lo que la gente comenzó a salir de su casa y rodear el cadáver para que no alteraran nada”, agregó el vecino.
De José los vecino solo tienen buenos recuerdos y añoranzas. “Era un hombre muy trabajador y entregado a su familia. Tenía su asadero en otra esquina y más adelante lo cambió a esta. Él y Lucero vivían dedicados a su negocio y a su hijita. Es muy triste ver cómo a un vecino como él lo matan las personas que, se supone, nos deberían cuidar”, cerró su relato el vecino y conocido de don José.
Juan Carlos Saldarriaga comentó sobre este caso que “la noche de ayer la Sijín venía haciendo un operativo para dar con la captura de un hombre que tenía orden vigente. Uno de los comerciantes consideró que iba a ser atracado y disparó. Los oficiales reaccionaron con sus armas”.
