En el accidente de tránsito otras cuatro personas residentes en el Valle de Aburrá resultaron lesionadas, en la vía que conecta a Montería con Arboletes.
SANTIAGO OLIVARES TOBÓN |
La sonrisa, el carisma y la entrega de Katherine Pereira Durango se apagaron a sus 24 años por cuenta de un accidente trágico cuando iba de pasajera en su carro. Ella salió con su novio y otros tres amigos para disfrutar del mar de la Costa Atlántica en el municipio de Moñitos, Córdoba, y cuando estaban cerca de llegar a su destino, el vehículo se volcó.
El accidente se registró el pasado domingo en el corregimiento Santa Lucía, de este municipio cordobés ubicado a 2 horas y 14 minutos de Arboletes (Urabá antioqueño). Habían salido en la madrugada de ese día desde Medellín, donde todos se encontraron para tomar ese viaje, con muchos planes para arrancar estas festividades.
Katherine alcanzó a ser trasladada a la Clínica de Traumas y Fracturas, de Montería, a 1 hora y 56 minutos del sitio del accidente, pero falleció mientras recibía la atención médica por cuenta de las múltiples lesiones que sufrió en el siniestro.
Las otras cuatro personas que viajaban en el automotor resultaron lesionadas y fueron trasladadas a este mismo centro asistencial. Los más delicados son Catalina Román Ceferino, de Itagüí, quien sufrió trauma craneoencefálico severo, y Alexis Saldarriaga Mejía, de Medellín y novio de Katherine, tuvo un trauma cerrado en tórax y múltiples heridas en la cabeza.
El conductor del vehículo en ese momento, Juan Guillermo Ruiz Cárdenas, un docente de Medellín, sufrió algunas afectaciones leves y Juan Camilo Zapata Moreno, de Itagüí, tuvo un trauma múltiple en cabeza, trauma de tórax cerrado, trauma de espalda y fractura en la muñeca Izquierda.
Según informaron las autoridades, el conductor terminó en el potrero luego de impactar contra varios postes de energía. Inicialmente se descartó la responsabilidad de otro vehículo implicado en el siniestro.
Katherine era administradora de empresas de la Universidad de Medellín y era una enamorada por la fotografía. Había creado su empresa de alquiler de fincas y organización de eventos hace dos años y estaba entregada por completo a esta empresa.
Una de sus allegadas relató que era una persona muy carismática, que se caracterizaba por su gran sonrisa, mientras que uno de sus familiares, en medio del dolor por su partida, indicó que era muy organizada con sus actividades y siempre tenía la respuesta a todos los problemas.