Manuel Afanador dio unas palabras en la Iglesia Inmaculada Concepción donde se llevaron a cabo las exequias de la niña de 10 años.
PERIODISTA
En la tarde de este 31 de agosto se llevaron a cabo las exequias de Valeria Afanador, la menor de 10 años que desapareció en el colegio Gimnasio Campestre los Laureles y cuyo cuerpo fue encontrado cerca a río Frío en Cajicá.
La alcaldía municipal de Cajicá invitó a todos los amigos, familiares y residentes a participar en el homenaje y las exequias de Valeria Afanador.
El cuerpo de la menor de 10 años llegó en horas de la tarde a el Club Edad de Oro donde se realizó la velación y posteriormente fue trasladada a la Iglesia Inmaculada Concepción donde se hizo una eucaristía.
Sepelio en la iglesia Inmaculada Concepción del municipio. Foto:María Camila Monsalve
Manuel Afanador, padre de la niña, dio un desgarrador mensaje en medio de la misa: «Aprendimos que en los niños no hay maldad, vimos que los niños son amor. Y hoy, con mi alma partida en pedazos, le devuelvo a Dios ese angelito que me mandó, que me hizo muy feliz, que me hizo reír, que me hizo llorar, pero que durante 10 años aprendí a que Valeria era mi mundo».
Con la voz entrecortada, el papá de Valeria Afanador agregó: «Con la fe de que algún día nos encontraremos y que me dé esos abrazos tan menudos, que me hacen mucha falta, pero que así mismo me dan la fortaleza de seguir adelante por la vida de Santiago y de Manuel (sus dos hermanos), por Luisa (la mamá de Valeria), por mis papás, por mis suegros, por mis sobrinos, por todos y por todas estas personas que hoy oran porque nuestra familia tenga un consuelo para que este ángel cubra este municipio».
Funeral de Valeria Afanador en Cajicá. Foto:EL TIEMPO
Manuel Afanador pidió a la comunidad en Cajicá y en Colombia que oren por la memoria de Valeria, «porque fue el hombre lleno de maldad que no la quitó. De nuevo, no tengo sino agradecimientos para todos y cada uno de ustedes».
Para finalizar, el papá de Valeria Afanador dijo: «Con todo mi corazón, Valeria de mi vida, la princesa que vino a pintar de mil colores mi vida, hoy se la entrego a Dios para que ilumine nuestra vida de esta familia. Eternamente, vuela alto con Dios, vuela alto«.