La familia de Rubén Herrera Morelo quiere explicaciones por lo que pasó el sábado en la noche. Contó lo que hizo el joven, de 24 años, ese día.
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Andreina Herrera no veía a su hermano mayor desde hace dos años. Vive en Bogotá y volvió a Cartagena para verlo, pero no como hubiera deseado.
En la morgue de Medicina Legal, en Zaragocilla, cuenta que aunque Rubén Darío Herrera Morelo nació y se crió en el barrio La María, en Cartagena, tenía un poco más de un año viviendo en Turbana, Bolívar, junto a su pareja sentimental y su hijo, de 4 años. En ese municipio murió.
Uniformados de la Policía encontraron su cuerpo en la mañana del domingo en una finca del corregimiento de Ballestas. Con él estaba el cadáver de Humberto Quintana Ramos. Ambos tenían lesiones producidas con arma cortopunzante, “específicamente machetes”, precisa la institución.
Andreina, su padrastro, su mamá y la pareja de Rubén desconocen lo que sucedió en esa finca. Quieren respuestas y explicaciones, pero no saben a quién pedírselas. Nadie les ha dicho cómo se perpetró ese atroz asesinato, lo único que tienen claro es que “eso no era contra él. Quizá estuvo en el lugar equivocado”.
Horas inciertas
Rubén Darío trabajaba por temporadas en Atunes de Colombia. A las 2 de la tarde del sábado 20 de mayo se iba a dirigir a la empresa, pero recibió una llamada que le anunciaban el aplazamiento de la ida. Fue entonces cuando decidió subir a la moto de Humberto Quintana para acompañarlo a hacer una diligencia.
Así se lo contó la pareja del hombre a Andreina y al resto de la familia. “Cuando empezó a oscurecer ella se preocupó, comenzó a buscarlo y no lo encontró, nadie sabía de él”. A eso de las 10 de la mañana del día siguiente les informaron del devastador hallazgo.
Este hecho es objeto de investigación, se desconocen los agresores de las personas, estamos haciendo todas las verificaciones correspondientes para determinar cuáles fueron las causas que conllevaron a la pérdida de vida de estas dos personas”, dijo la Policía Metropolitana. Entretanto, las dos familias están sumidas en la tristeza y la incertidumbre. Ambas dicen desconocer quién era el otro hombre que encontraron junto a su ser querido.
Los allegados de Humberto Quintana piden justicia. Creen que Rubén era pasajero en la moto en que el joven, de 23 años, hacía carreras cuando no trabajaba en Atunes o en labores del campo.