Más de $3.000 millones en pérdidas dejó paro armado del ELN a transportadores en Antioquia

Camión baleado en vía Valdivia. Foto: suministrada.

Por: Alfonso Cárcamo

El impacto del paro se reflejó en rutas suspendidas, vehículos detenidos y terminales con baja afluencia de pasajeros, una situación que, según el gremio, vuelve a evidenciar cómo la violencia armada afecta el derecho a la libre movilidad.

Las empresas de buses intermunicipales en Antioquia reportaron pérdidas superiores a los 3.000 millones de pesos tras el reciente paro armado decretado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), una situación que paralizó rutas, redujo la venta de pasajes y sembró temor entre los viajeros.

TOMADA DE: bluradio.com

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De acuerdo con los transportadores, durante las 72 horas del paro armado muchos usuarios optaron por aplazar o cancelar sus desplazamientos ante el miedo a quedar en medio de hechos violentos, especialmente en corredores estratégicos del departamento y hacia regiones como el Chocó.

“Nuestro servicio de transporte intermunicipal ha sentido la afectación por estas 72 horas de paro por parte del ELN. Esto suma ya 3 mil millones de pesos en pérdidas económicas, incluyendo la quema de un vehículo y lo que se dejó de percibir por usuarios que no viajaron por el temor y la zozobra”, explicó Samir Echeverry, director de la Asociación de Transportadores de Pasajeros.

El impacto del paro se reflejó en rutas suspendidas, vehículos detenidos y terminales con baja afluencia de pasajeros, una situación que, según el gremio, vuelve a evidenciar cómo la violencia armada afecta el derecho a la libre movilidad y golpea directamente la economía regional.

Desde la voz de los viajeros, el miedo también fue determinante para cambiar planes. Luis Eduardo Henao, uno de los usuarios afectados, señaló que decidió modificar su horario habitual de viaje. “Yo siempre viajo de noche, pero con el paro armado preferí hacerlo de día. Da miedo, sobre todo después de que quemaron un bus esta semana; se necesita más seguridad en las carreteras”, afirmó.

Otro viajero, Alberto Zuluaga, contó que optó por no desplazarse mientras se mantuvo el paro armado. “Íbamos a viajar en la noche y no lo hicimos, esperando a que culminaran las 72 horas y que las vías estuvieran más seguras”, dijo.

En Antioquia, las autoridades reportaron al menos siete hechos violentos durante el paro armado, entre ellos la incineración de un bus intermunicipal a la altura del municipio de Valdivia y un hostigamiento contra el Ejército que dejó un menor de edad herido, hechos que incrementaron la zozobra en varias subregiones.

Echeverry añadió que la incertidumbre se vive incluso antes de salir a carretera. “Los conductores y usuarios preguntan constantemente cómo está el orden público en cada corredor. El miedo se siente cuando ven la quema de vehículos y la afectación en distintas zonas del país”, indicó.

Ante este panorama, comunidades y transportadores coinciden en exigir al Estado mayores garantías de seguridad, una presencia institucional efectiva en las vías y acciones contundentes que eviten que nuevos episodios de violencia vuelvan a paralizar la movilidad y el trabajo de miles de familias que dependen del transporte intermunicipal.