Los menores de edad fueron extraídos de la región y ya están en manos del Bienestar Familiar. Estuvieron tres años en la guerra.
El maltrato sufrido en las filas del grupo terrorista ELN fue la principal razón para que dos adolescentes escaparan y se entregaran al Ejército Nacional.
El hecho fue reportado en la mañana de este viernes por la Institución castrense, indicando que las víctimas son dos muchachos de 16 y 17 años de edad, que integraban el frente Camilo Torres de la organización guerrillera, que delinque en el departamento del Cesar.
Los jóvenes le salieron al paso a las tropas del Batallón de Artillería de Campaña N°6 de la Quinta Brigada, manifestándoles que querían desertar del ELN.
De acuerdo con sus relatos posteriores, fueron reclutados cuando tenían 13 y 14 años, en el sur de Cesar.
Fuentes militares le contaron a EL COLOMBIANO que a estos menores de edad les prometieron un salario mensual, pero al entrar al ELN solo les dieron unos bonos para reclamar ropa de segunda, artículos de aseo personal y una alimentación básica.
“Sufrieron maltrato físico y verbal. Si peleaban entre ellos o desobedecían una orden, les daban fuetazos en la espalda y los obligaban a hacer trabajos forzados, como sembrar yuca”, relató una de las fuentes.
Añadió que los terroristas les decían a los niños que si se entregaban algún día al Ejército, “las tropas los iban a matar”.
Tras pasar varias pruebas y aprendizajes insurgentes, este año fueron desplegados en la región del Catatumbo (Norte de Santander), en límites de Colombia con Venezuela.
En ese lugar el ELN encabeza una ofensiva criminal desde el mes de enero, tratando de arrebatarle el territorio a la disidencia del frente 33 de las Farc, con la cual compite por el dominio del narcotráfico, la minería, el contrabando y las plazas de extorsión.
Los horrores de ese conflicto, que deja cerca de 100 muertos a la fecha, fueron el detonante para que los jóvenes huyeran, buscando la preservación de su vida.
Los soldados los extrajeron del Catatumbo hacia un cantón militar en Barrancabermeja, Santander, donde quedaron a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
“El Ejército Nacional rechaza de manera categórica el reclutamiento forzado de menores de edad, práctica que vulnera los derechos humanos, el derecho internacional humanitario y priva a los niños y adolescentes de su legítimo derecho a crecer en libertad y en entornos seguros para su desarrollo”, recalcó la entidad en su informe.
Según un análisis de la Defensoría del Pueblo, en 2024 se documentaron 463 casos de reclutamiento infantil en Colombia, por parte de diferentes grupos al margen de la ley. De esos, 279 fueron niños y 184 niñas.
Entre dichas víctimas, 230 eran de la población indígena, principalmente reclutados en el departamento de Cauca.