Valeria Suárez Montoya
Las lluvias de la tarde de ayer han incrementado el riesgo de colapso de al menos 20 viviendas ubicadas en la margen izquierda de la quebrada La Llorona, en el barrio Campo Valdés, Medellín.
La creciente del afluente ha erosionado aún más el terreno, poniendo en peligro a las familias que habitan en la zona.
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Según el diagnóstico de la Secretaría de Medio Ambiente, la inestabilidad del terreno se debe a la construcción de viviendas sobre un talud de alta pendiente con llenos artificiales en la franja de retiro de la quebrada, en infracción a las normas establecidas en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
La intervención humana ha provocado movimientos en masa con caída de árboles y la exposición de cimientos, situación que llevó al Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (DAGRD) a ordenar la evacuación de cinco viviendas afectadas estructuralmente.
Las inspecciones realizadas por la Alcaldía de Medellín han evidenciado que los procesos erosivos en el sector obedecen tanto a las condiciones naturales del suelo como a la expansión irregular de las edificaciones, algunas de las cuales han ocupado el cauce activo de la quebrada. A pesar de intervenciones previas, como limpiezas manuales del cauce, siembra de árboles y monitoreos constantes, la situación sigue siendo crítica.
En la más reciente inspección técnica, se identificó la presencia de un bloque de rocas en el cauce de la quebrada, lo que ha motivado la programación de una fracturación mecánica controlada. La intervención, contemplada en el contrato de mantenimiento de quebradas, será evaluada en una visita técnica.
El DAGRD ha visitado a las familias afectadas, realizado censos y emitido la instrucción de desalojo ante el alto riesgo de colapso.