En este grupo se compartían imágenes privadas acompañadas de mensajes como “¿Qué les parece?”, invitando a los demás a opinar y fantasear sobre las mujeres retratadas.
Italia enfrenta un caso que ha causado indignación social y política tras descubrirse un grupo de Facebook en el que miles de hombres difundían fotografías íntimas de sus esposas, familiares o allegadas sin consentimiento. El espacio virtual, denominado “Mia Moglie” (“Mi esposa” en italiano), llevaba funcionando casi cinco años y llegó a congregar a más de 32.000 usuarios.
En este grupo se compartían imágenes privadas acompañadas de mensajes como “¿Qué les parece?”, invitando a los demás a opinar y fantasear sobre las mujeres retratadas. En muchos casos, se trataba de fotos tomadas sin autorización o de material originalmente entregado en la intimidad de la pareja.
La denuncia que destapó el escándalo
La escritora Carolina Capria hizo pública la existencia del grupo mediante una denuncia en redes sociales. En su mensaje explicó que los integrantes “intercambiaban fotos íntimas de sus propias mujeres para comentar su aspecto y dar voz a sus fantasías sexuales”. También advirtió que muchas mujeres desconocían por completo que estaban siendo fotografiadas, calificando el hecho como una forma de “violación virtual”.
Tras su denuncia, colectivos feministas y figuras políticas italianas condenaron abiertamente el accionar de los miembros del grupo. El colectivo “Sin justicia no hay paz”, del que Capria hace parte, se sumó a las críticas y exigió el cierre inmediato.
Ante la presión pública, Meta, empresa propietaria de Facebook, decidió eliminar el grupo. “Fue cerrado por infringir nuestras políticas contra la explotación sexual de adultos. No permitimos contenido que promueva violencia, abuso o explotación sexual en nuestras plataformas”, señaló un portavoz de la compañía en Italia.
La empresa añadió que, en casos de este tipo, puede compartir información con las autoridades, y que continuará trabajando para detectar y desactivar espacios que promuevan prácticas similares.
El diario La Repubblica recogió el relato de una de las mujeres afectadas, bajo el seudónimo de “Chiara”. En su testimonio narró que descubrió fotos suyas desnuda circulando en el grupo, imágenes que había compartido en confianza con su esposo. “Sentí asco, miedo y una profunda decepción”, expresó. Al confrontar a su pareja, este minimizó los hechos asegurando que se trataba de “un juego” y acusándola de exagerar.
Las autoridades italianas también investigan la circulación de material similar en grupos de Telegram. Sin embargo, la Policía Postal denunció dificultades en la cooperación de esta aplicación para identificar a los responsables.