Cirugías estéticas. (Imagen de referencia). Foto: Getty Images. / Morsa Images
Las autoridades establecieron que 55 mujeres fueron sometidas a estas intervenciones clandestinas.
Yarleny Mosquera Aguirre y Elizabeth Rojas Tobón fueron identificadas como las presuntas responsables de una red que ofrecía procedimientos estéticos a bajo costo y sin ninguna garantía sanitaria en Medellín.
Detrás de las promociones que circulaban en redes sociales —promesas de lipólisis láser con transferencia glútea a precios atractivos— operaba un negocio que funcionaba en quirófanos improvisados, sin controles de higiene y con personal sin formación médica.
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Las autoridades establecieron que 55 mujeres fueron sometidas a estas intervenciones y varias de ellas terminaron contagiadas con una bacteria no tuberculosa que les dejó deformidades visibles y secuelas funcionales permanentes. Ninguna de las pacientes sabía que los procedimientos se realizaban sin protocolos básicos y, mucho menos, que quien las operaba no tenía formación profesional.
Según la investigación, Mosquera Aguirre sería quien ejecutaba las cirugías pese a no tener título ni certificación en áreas de la salud. Se hacía pasar por médica y practicaba procedimientos invasivos con equipos y condiciones que no cumplían ningún estándar. Por su parte, Rojas Tobón era señalada de mover la maquinaria comercial: captaba a las víctimas, coordinaba los cupos y recibía los pagos en su cuenta bancaria.
Imputación de delitos
Una fiscal de Medellín les imputó los delitos de concierto para delinquir, estafa agravada en masa y lesiones personales dolosas. Rojas Tobón aceptó todos los cargos, mientras que Mosquera Aguirre se allanó parcialmente por estafa agravada y lesiones personales. Una jueza de control de garantías ordenó medida de aseguramiento en centro carcelario para ambas.
Este caso, otras tres personas ya habían sido judicializadas por su participación directa en los procedimientos: actuaban como auxiliares de quirófano, administraban medicamentos, aplicaban anestesia local y realizaban masajes posquirúrgicos, todo también sin certificaciones. La investigación continúa para determinar si más personas hicieron parte de esta red que dejó a decenas de mujeres con daños irreversibles.










