JUAN CAMILO QUICENO RAMÍREZ |
La tía de la menor insiste en que la menor pudo haber sido entregada a una red dedicada a la trata de personas.
La Fiscalía ya descartó que Sara Sofía Galván, la menor de dos años extraviada desde el 15 de enero en Bogotá, haya sido vendida y ahora las labores de las autoridades se concentrarán en encontrar su cuerpo, pues con base en los interrogatorios realizados a Carolina Galván y a Nilson Díaz, madre y padrastro de la menor, se cree que los restos estarían en el río Tunjuelo.
Esta hipótesis manejada por la entidad judicial también se basa en los testimonios de los hijos de Díaz, quienes aseguraron que Sara fue arrojada al mencionado afluente. Por ello, la Defensa Civil reactivará la búsqueda del cuerpo.
Se sabe que las labores para encontrarla se basarán en un croquis trazado con base en los datos aportado por Díaz. Sin embargo, Xiomara Galván, tía de la menor y quien denunció la desaparición, cree que la versión de este sujeto no es convincente y alberga la esperanza de hallar a Sara con vida.
“Aún tenemos la esperanza de que la niña está convida, no sé, siempre lo he sentido así desde que inicié este proceso (…) Nilson era un proxeneta, soy testigo de eso porque a mi hermana la tenía en eso. Entonces la niña pudo haber sido vendida a alguna red de trata de personas o de pornografía”, exclamó Xiomara.
En esta misma línea, pidió cooperación internacional con miras a fortalecer el rastreo de su sobrina pues, a su juicio, “no se buscó como debería ser” y cuestionó que “para la Policía el caso está resuelto pero solo con la versión de estas personas, de Nilson y Carolina, que por cierto ha sido de contradicciones, han señalado tres puntos diferentes (en los que reposarían los restos de Sara Sofía)”.
“Hoy les imploro que no permitamos que el caso quede en el olvido, que sigamos con esta lucha, que sigamos compartiendo su foto, pero les pido que exijamos justicia porque la verdad tiene que salir a la luz”, puntualizó Galván.