La empresa, fundada en 1942, y dedicada a las confecciones, reportó deudas por $31.416 millones.
La Superintendencia de Sociedades admitió la solicitud elevada por Everfit S.A. para entrar en proceso de liquidación judicial, en el marco del régimen de insolvencia contemplado en la Ley 1116 de 2006.
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En la petición presentada, la compañía reportó un activo total por $37.777 millones y pasivos por $31.416 millones con corte al 31 de mayo del presente año, incluyendo un pasivo pensional correspondiente a 26 personas.
Frente a este caso, el Superintendente de Sociedades, Billy Escobar, señaló, que “reconocemos el referente de Everfit S.A. para el sector industrial, por esta razón desde la Superintendencia de Sociedades reiteramos nuestro compromiso de acompañarlos con todas las herramientas jurídicas y técnicas que otorga el régimen de insolvencia, entre ellas la reorganización al interior de un proceso de liquidación judicial”.
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El funcionario agregó que será una prioridad garantizar un procedimiento justo, ágil y respetuoso de los derechos de todos los involucrados, salvaguardando la prenda general de los acreedores.
“En particular, velaremos por el estricto respeto de los derechos laborales y prestacionales de los trabajadores, quienes, conforme al orden legal, gozan de una prelación especial en el marco de este tipo de procesos. Este proceso representa una decisión por parte de la empresa para actuar de manera ordenada y transparente, bajo supervisión institucional”, dijo Escobar.
Según el organismo de control, tras la solicitud de liquidación judicial por parte de Everfit, durante el proceso de disolución existe una última posibilidad de salvación de la compañía, que se daría en caso de que durante el mismo los acreedores lleguen a un acuerdo con la empresa para avanzar a un proceso de reorganización empresarial.
Este es un escenario en el que el superintendente de Sociedades, Billy Escobar, permanentemente les recalca a los liquidadores nombrados para estos fines, y tiene como objetivo velar por las posibilidades mantener las empresas como unidades productivas que aportan al crecimiento y a la generación de empleos en el país.
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