Según informaron las autoridades, durante la mañana de este viernes se había registrado un primer ataque sin víctimas fatales. Durante esta semana ya han muerto cinco uniformados de la Policía y el Ejército.
Este viernes, 11 de julio de 2025, fue escenario de una tragedia debido a que en el norte del Cauca, ocurrió un nuevo ataque con explosivos que impactó la estación de Policía de Santander de Quilichao.
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El responsable, según testigos, sería el frente Jaime Martínez, de las disidencias de las Farc, que habría empleado un dron para lanzar los artefactos.
Aunque el explosivo no alcanzó directamente la edificación policial, sí impactó en el área de parqueo de vehículos, cobrando la vida de una patrullera y dejando otro herido. La víctima fatal fue identificada como Maryori Ramos, de tan solo 22 años.
“¡Estamos de luto! Condenamos el ataque criminal perpetrado en Santander de Quilichao (Cauca) que segó la vida de nuestra patrullera de policía Maryory Stefaniet Ramos Mamian y dejó herido al también patrullero de policía Iván Darío Numpaque Piraneque”, sentenció la Policía.
“Toda nuestra solidaridad con sus respetadas familias, con el compromiso de desplegar las capacidades de inteligencia e investigación criminal para dar con el paradero de los asesinos y llevarlos ante la justicia” expresaron desde la institución.
Según medios locales, el segundo uniformado, gravemente herido, habría fallecido minutos después en un centro asistencial. Sin embargo, desde la Policía no lo han confirmado.
“Ahí le lanzaron el explosivo a los policías, no cayó como tal en la estación, pero sí donde los uniformados estacionan los vehículos”, relató un testigo que capturó el momento en video y lo compartió en redes sociales, mostrando la reacción inmediata de los uniformados, quienes buscaron resguardo tras la detonación.
Pánico y caos a plena luz del día
El estruendo de la explosión sembró el pánico entre los habitantes y comerciantes, especialmente porque ocurrió en un horario de alta afluencia de personas en la Alcaldía y los establecimientos comerciales cercanos.
“La explosión se escuchó en todo el municipio y generó temor. Yo salí corriendo de la casona donde estaba pagando los recibos, vi a todo el mundo corriendo del miedo”, describió un comerciante, en declaraciones citadas por El País de Cali.
El artefacto explosivo cayó en una zona contigua a la estación, colindando con la parte trasera de la Alcaldía municipal, lo que intensificó el temor entre los presentes, quienes evacuaron el área ante la incertidumbre de nuevos ataques o la magnitud de los daños.
La zona estuvo acordonada y bajo estrictos operativos de seguridad, ya que este sería el segundo ataque contra la sede policial en menos de 12 horas, elevando la preocupación por la escalada de violencia en la región.
“Actos de barbarie como este nos ratifican que tenemos que arreciar la ofensiva contra el multicrimen y el delito para liberar a nuestra patria de estas organizaciones que tanto daño le hacen”, concluyeron las autoridades.
