Fernanda Dominicó era una mujer trans y reconocida líder social de este municipio del Occidente antioqueño. Ofrecen 20 millones de pesos de recompensa por información sobre el crimen.
En la mañana de este viernes 25 de julio, Fernanda Dominicó, la jefe de bomberos del municipio de Dabeiba, Antioquia, fue encontrada sin vida en hechos que son materia de investigación.
¿Quién era Fernanda Dominicó?
Fernanda era la única mujer trans jefe de bomberos de un municipio de Colombia y era una reconocida líder social del municipio, por eso su muerte ha generado especial conmoción y el rechazo y pedido de justicia de diferentes actores políticos y sociales.
El alcalde de Dabeiba, Daniel Higuita, resaltó que Fernanda era una líder social reconocida en el municipio desde hacía años por su don de servicio. “Nos deja un gran vacío”, señaló el mandatario, quien anunció que ya están en curso las investigaciones para dar con los responsables de otro crimen que enluta al municipio.
El gobernador Andrés Julián Rendón anunció una recompensa de $20 millones para quien entregue información que conduzca al paradero de los responsables de este crimen.
Un abrazo a su familia, amigos y en especial a los bomberos voluntarios de Dabeiba”, lamentó Rendón en su cuenta de X.
Organizaciones sociales del municipio también se pronunciaron. Describieron a Fernanda como un “ser humano valiente, amorosa y digna”.
“Fernanda vivió resistiendo: frente al rechazo, la discriminación y el olvido. Su existencia fue un acto de valentía en un territorio que aún teme a la diversidad. A pesar de todo, alzó su voz, lideró procesos, salvó vidas y nunca dejó de luchar por un mundo más justo”, señalaron.
El crimen contra Fernanda no solo deja huérfano a Dabeiba de un liderazgo excepcional y valiente, sino que agudiza la crisis humanitaria que vive la población LGTBIQ+ en Antioquia. En lo que va de 2025, 50 personas identificadas con estas diversidades han sido asesinadas en el departamento, ratificando a Antioquia, lamentablemente como un departamento donde los crímenes de odio siguen ampliamente enquistados.
