Las autoridades confirmaron que el cuerpo calcinado hallado el pasado fin de semana en zona rural del suroriente de Cali corresponde al abogado y empresario Jorge Hernando Uribe Bejarano, de 74 años, quien había desaparecido el domingo 6 de abril en circunstancias aún no esclarecidas.
La confirmación se dio el miércoles 16 de abril tras una prueba de ADN practicada al cadáver encontrado dentro de un vehículo Volkswagen gris, modelo 2017, reportado como desaparecido desde el día en que se perdió el rastro de Uribe. La última ubicación registrada de su celular había sido en el sector de Alfaguara, en Jamundí.
Por su parte, la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, rechazó el crimen y pidió celeridad en las investigaciones: “Rechazo con tristeza e indignación la confirmación de la trágica muerte del empresario Jorge Hernando Uribe. Tras días de angustia, su familia enfrenta hoy esta dolorosa realidad”, manifestó en su cuenta de X.
Desde el inicio de la desaparición, el caso fue asumido por el Gaula de la Policía Metropolitana de Cali, que mantiene abiertas varias líneas de investigación. Según sus familiares, Uribe había salido de casa en su vehículo, vestido con ropa cómoda y con la intención de desayunar en la galería Alameda. “Justo ese sábado él se vino a acompañarme porque yo estaba enfermo. Desayunamos juntos. Después fui a la clínica y al salir, nos cruzamos allá, en el Rincón de Belén”, dijo su hermano Juan Carlos Uribe a El País. Posteriormente, se comunicó para avisar que había comprado unos alimentos, pero no volvió a responder llamadas ni mensajes.
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La familia también denunció que durante los días siguientes comenzaron a recibir llamadas extorsivas, en las que se exigían altas sumas de dinero, aunque las autoridades aún no confirman si se trató de un secuestro.
Jorge Hernando Uribe fue contralor delegado en la Contraloría General de la República y, en los últimos años, se dedicaba a la organización de eventos. Alternaba su tiempo entre Cali, Buga y visitas a sus familiares.
Su hermano señaló que, a pesar del dolor, la familia encuentra consuelo en poder despedirse de él y no tener que vivir con la incertidumbre. “Por más doloroso que sea, es mejor poder enterrarlo, saber que lo tenemos. Hay familias que nunca saben qué pasó con sus seres queridos”, expresó.
Esperan poder realizar las exequias entre el lunes y martes de la próxima semana. Mientras tanto, la investigación continúa para esclarecer los hechos y dar con los responsables.