El cazador furtivo operaba en la reserva natural de Ndoki, cerca de la frontera entre Congo y la República Centroafricana.
Un cazador furtivo fue condenado a 30 años de trabajos forzados en el país africano de Congo por su actividad depredadora durante años en uno de los parques nacionales del país.
Una organización no gubernamental informó que Gerard Mombaza Mombembo, de 35 años, nacido en la vecina República Democrática del Congo, había adquirido el apodo de «carnicero de Nouabale Ndoki».
Mombaza operaba en la reserva natural de Ndoki, cerca de la frontera entre Congo y la República Centroafricana.
El hombre fue declarado culpable por un tribunal de Ouesso, capital de la región de Sangha, por matar animales protegidos y por uso de armas de rango militar.
Richard Malonga, jefe de WCS Congo, dijo que la medida «es una gran noticia en la batalla contra la caza furtiva y el tráfico ilegal de animales salvajes».
El Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (Pnuma), informó que la caza furtiva y la pérdida de hábitat siguen amenazando de cerca a los 415.000 elefantes que quedan en todo el continente Africano.
Redacción NTN24.com