Se estableció que el infante de marina estaba jugando con su arma de dotación en el momento del accidente, sin seguir los protocolos de seguridad.
La Fiscalía 2223 Penal Militar y Policial de Conocimiento Especializado logró que el infante de marina Santiago Becerra fue condenado a 8 años y 8 meses de prisión por el delito de homicidio tras los hechos ocurridos el pasado 28 de enero en la Base de Entrenamiento de Infantería de Marina, en Coveñas (Sucre), donde perdió la vida su compañero Jhorman Andrés Peña Remicio.
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Según la investigación liderada por la fiscal del caso, el militar hoy condenado se encontraba “jugando” con su arma de dotación oficial durante su turno de centinela, manipulando el fusil al cargar y descargar cartuchos sin respetar los protocolos de seguridad establecidos para el manejo de armamento.
El comportamiento del uniformado contradecía las instrucciones impartidas por sus superiores respecto al uso responsable del armamento antes, durante y después del servicio, lo que derivó en un disparo letal que le causó la muerte a Peña Remicio.
La sentencia fue emitida por el Juzgado 1201 de Conocimiento Especializado, que determinó que hubo negligencia grave y consciente del riesgo, configurando así el dolo eventual, en el que se asume la posibilidad del resultado fatal sin impedirlo.
Este caso reabrió, en redes sociales, el debate sobre la responsabilidad y el cumplimiento de protocolos dentro de las fuerzas militares, especialmente en espacios de entrenamiento y formación.
Recordemos que este homicidio ocurrió mientras Peña Remicio mantenía una videollamada con su padre, lo que vuelve aún más trágico el caso.