El expresidente fue condenado a 12 años de prisión domiciliaria. La decisión de la jueza Sandra Heredia será apelada ante el Tribunal Superior de Bogotá.
Con pitos y caravanas, un grupo de personas se concentró en la noche de este viernes en las afueras de la residencia de Álvaro Uribe Vélez, en Rionegro, Antioquia, para expresar su apoyo tras ser condenado a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal como persona determinante.
Videos que circulan en redes sociales muestran al menos 15 vehículos y a varias personas que, con banderas de Colombia, gritan “¡Uribe inocente!”.
También se observa algunos cierres viales y gran congestión por el número de personas represadas en el lugar.
Álvaro Uribe estará recluido en su residencia en Rionegro, porque esa es la dirección conocida en el proceso en su contra, además de ser el lugar en donde estuvo privado de su libertad por orden de la Corte Suprema de Justicia.
El abogado penalista Ricardo Andrés Giraldo explicó a EL COLOMBIANO que la cárcel encargada de garantizar la vigilancia será el Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad Carcelaria de La Ceja, debido a que es el municipio cercano con penitenciaría.
En un post de su cuenta de X, el exmandatario publicó un mensaje sobre su pensamiento por el proceso penal en su contra, que pasará a segunda instancia con la apelación ante el Tribunal Superior de Bogotá.
“Suelo decir en mis exposiciones sobre liderazgo y manejo de crisis, que las crisis más difíciles son las de afectación personal. Estas crisis personales necesitan la familia, los seres queridos, los amigos, los compatriotas convencidos que han apoyado, los lejanos pero con curiosidad objetiva. Y hay que pensar mucho más en la solución que en el problema. Por eso estoy en la preparación de la argumentación para sustentar la apelación de mi defensa material. Y fundamentalmente la oración”, se lee.
Uribe no podrá trabajar fuera de su residencia, a menos que tenga autorización de una autoridad competente. El hoy condenado no llevará brazalete o grillete electrónico en su tobillo, puesto que no se escuchó decir esta petición en la lectura de sentencia.