La captura del ‘Pequeño J’ busca darle justicia al caso del triple feminicidio en contra de tres mujeres de 15 y 20 años. El sujeto habría ordenado la tortura de las tres antes de su ejecución.
ARGENTINA
Tras un operativo internacional de inteligencia que se extendió durante seis días, la Policía Nacional del Perú (PNP), en coordinación con las autoridades argentinas, logró la captura de Tony Valverde Victoriano, alias Pequeño J, en la ciudad de Pucusana, a unos 70 kilómetros de Lima. El joven, señalado como el autor intelectual del triple feminicidio de Florencio Varela en Argentina, fue detenido escondido dentro de un camión de transporte de pescado.
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Según las autoridades, la captura de Pequeño J fue el resultado de un trabajo de seguimiento minucioso que incluyó la intervención de líneas telefónicas y el rastreo de dispositivos móviles. La policía bonaerense detectó los movimientos del sospechoso desde su salida de Argentina y alertó a la PNP, que desplegó un cerco de vigilancia en las principales rutas hacia Lima.
El operativo culminó cuando Valverde se dirigía a un supuesto encuentro con su mano derecha, el argentino Matías Agustín Ozorio, también investigado por su participación en el crimen. “En lugar de encontrarse con su cómplice, se topó con nuestros agentes”, señaló una fuente policial citada por La Nación.
De acuerdo con Zenón Loayza, jefe de la Agencia Antidrogas de Perú, la estrategia se centró en impedir que Valverde llegara a Trujillo, su ciudad natal, donde podía encontrar protección. La operación se realizó con total discreción para evitar fugas de información y posibles intentos de fuga.
Las pesquisas revelaron que el asesinato de las tres jóvenes argentinas —Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez— estuvo motivado por el presunto robo de tres kilos de cocaína a la organización criminal liderada por Valverde. La brutalidad del caso quedó evidenciada cuando se conoció que la tortura previa a los homicidios fue transmitida en vivo a un grupo cerrado de narcos.
Tras la captura, Valverde negó cualquier vínculo con el narcotráfico y con los homicidios, pero las autoridades aseguran que cuentan con pruebas que lo comprometen directamente. Además, señalaron que pertenece a una familia con historial criminal: su abuelo y su padre fueron acusados por delitos similares en Perú.
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, celebró la detención y destacó la cooperación internacional: “La captura de Pequeño J demuestra que cuando hay coordinación, los delincuentes no tienen dónde esconderse. El que las hace, las paga”.
En las próximas horas, Argentina formalizará la solicitud de extradición de Tony Valverde para que enfrente la justicia por el triple crimen que conmocionó a Buenos Aires.