La docente se encontraba haciendo trabajo de campo en el momento que fue picada por las abejas.
Una tragedia enluta a la comunidad académica y científica del país. Andrea del Pilar Fandiño Palacios, reconocida docente y geóloga de 30 años, murió tras ser atacada por un enjambre de abejas mientras realizaba labores académicas en la vereda Maquito, zona rural del municipio de Ortega, en el departamento del Tolima el pasado jueves 7 de agosto.
De acuerdo con la información divulgada por medios locales de Ibagué, Fandiño Palacios se encontraba desarrollando un trabajo de campo junto a un grupo de estudiantes y colegas, en el marco de actividades del Departamento de Geociencias de la Universidad Nacional de Colombia.
Comunicado de la Universidad Nacional de Colombia por la muerte de la docente Andrea Fandiño Palacios.
Sin embargo, la jornada se vio interrumpida por el repentino ataque masivo de abejas, que le provocó decenas de picaduras y una grave reacción alérgica.
No resistió
La docente fue trasladada de inmediato al hospital San José de Ortega, donde recibió atención médica inicial. Debido a la gravedad de su estado, se ordenó su remisión hacia la ciudad de Bogotá para recibir tratamiento especializado.
No obstante, durante el trayecto sufrió un paro cardiorrespiratorio, lo que obligó a desviar la ambulancia hacia un centro asistencial en Ibagué. Allí fue ingresada de urgencia a la unidad de cuidados intensivos, pero pese a los esfuerzos del personal médico, la joven no logró sobrevivir a la severa reacción anafiláctica causada por las picaduras.
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Andrea Fandiño, docente que falleció en Tolima.
Andrea del Pilar Fandiño Palacios era egresada de la Universidad de Caldas y ejercía como docente de la Universidad Nacional, donde era apreciada por sus estudiantes y compañeros por su compromiso académico y pasión por la geología.
La docente fue atendida el hospital San José del municipio de Ortega, Tolima. // Foto: El Cronista
Este trágico hecho pone en evidencia los riesgos que enfrentan profesionales y estudiantes durante los trabajos de campo, así como la necesidad de contar con protocolos y equipos de seguridad adecuados para prevenir y atender emergencias de esta naturaleza.
Las autoridades locales y académicas han manifestado su intención de reforzar las medidas de protección en este tipo de actividades.
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