Este es el pasado criminal del expolicía que terminó muerto en explosión de una granada en Copacabana; ¿de quién se trata y qué delitos cometió?

Escena de explosión granada cerca al peaje de Copacabana. Foto: Cortesía

Por: Yeison Gualdrón

Él y su acompañante murieron cuando intentaron esconder una granada que llevaban dentro del vehículo que iba hacia Bogotá para llevar el artefacto explosivo y dos fusiles.

Uno de los dos muertos que dejó la explosión de una granada dentro un vehículo cerca al peaje de Copacabana, en la tarde del pasado 9 de diciembre, resultó ser un expolicía con un amplio prontuario criminal.

Se trata de Christian Jairo Barreto Carvajal. Este y su acompañante perdieron la vida cuando, luego de ser requeridos por dos policías de Carreteras para una verificación de rutina, intentaron ocultar la granada que tenían en su poder, la cual se les estalló.

TOMADA DE: teleantioquia.co

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El general William Castaño, aseguró que uno de los dos hombres alcanzó a confesar que, además del artefacto explosivo, llevaban armas con destino a Bogotá, sin precisar para quién o qué grupo. Tras la revelación el presunto delincuente murió.

Con el pasar de los días se conoció que Barreto Carvajal fue un uniformado adscrito a la Policía Metropolitana de Bucaramanga y al cual destituyeron por, supuestamente, traficar de armas.

En ese momento, las autoridades pudieron establecer que el hombre aprovechaba su cargo como miembro de la fuerza pública para vender armas a grupos delincuenciales de la ciudad.

En el 2020 lo destituyeron. Sin embargo, en las mismas investigaciones, descubrieron que el hombre tenía antecedentes por violencia intrafamiliar, tráfico y fabricación de armas de fuego, delitos que habría cometido en 2017.

Él y su acompañante murieron cuando intentaron esconder una granada que llevaban dentro del vehículo que iba hacia Bogotá para llevar el afrtefacto explosivo y dos fusiles.

Uno de los dos muertos que dejó la explosión de una granada dentro un vehículo cerca al peaje de Copacabana, en la tarde del pasado 9 de diciembre, resultó ser un expolicía con un amplio prontuario criminal.

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Se trata de Christian Jairo Barreto Carvajal. Este y su acompañante perdieron la vida cuando, luego de ser requeridos por dos policías de Carreteras para una verificación de rutina, intentaron ocultar la granada que tenían en su poder, la cual se les estalló.

El general William Castaño, aseguró que uno de los dos hombres alcanzó a confesar que, además del artefacto explosivo, llevaban armas con destino a Bogotá, sin precisar para quién o qué grupo. Tras la revelación el presunto delincuente murió.

Con el pasar de los días se conoció que Barreto Carvajal fue un uniformado adscrito a la Policía Metropolitana de Bucaramanga y al cual destituyeron por, supuestamente, traficar de armas.

En ese momento, las autoridades pudieron establecer que el hombre aprovechaba su cargo como miembro de la fuerza pública para vender armas a grupos delincuenciales de la ciudad.

En el 2020 lo destituyeron. Sin embargo, en las mismas investigaciones, descubrieron que el hombre tenía antecedentes por violencia intrafamiliar, tráfico y fabricación de armas de fuego, delitos que habría cometido en 2017.

En 2019 también le abrieron una investigación por concierto para delinquir y ese mismo año la Fiscalía lo involucró en un caso de hurto calificado agravado.

También se tiene información de que, en el 2021, habría participado en un secuestro extorsivo y que en 2024 hizo parte de un hurto de menor cuantía.

Investigan para quién eran las armas que el expolicía llevaba en el vehículoEmpty heading
El caso que se presentó en la autopista Medellín-Bogotá deja en evidencia que Barreto Carvajal aún seguía traficando con armas.

Tras el hecho, en el que él y su acompañante perdieron la vida, las autoridades hallaron los dos fusiles y municiones que someten a una trazabilidad para tratar de determinar su origen.

Así mismo, revisan los dispositivos móviles que tenían los dos sospechosos en su poder para realizar un cotejo de las llamadas telefónicas y mensajes y, de esa manera, tratar de establecer para qué se iban a usar los fusiles y la granada que los mató.Pese a todos estos delitos el hombre seguía libre, aparentemente porque los procesos no avanzaron con celeridad o por acuerdos a los que llegó con la justicia.