Torturaban ranas amazónicas para extraerles el veneno y venderlo en Medellín 

En la imagen se ve como eran sometidas y torturadas las ranas para extraer su veneno.

La Policía desmanteló la red Kambo, dedicada a extraer veneno de ranas amazónicas y venderlo sin control sanitario en Medellín, Bogotá y Cali, un negocio que producía más de 1.500 millones de pesos al año.

TOMADO DE: teleantioquia.coLogo Teleantioquia

La Policía Nacional ejecutó un operativo que frenó las actividades del grupo de delincuencia común organizado conocido como Kambo, una red que extraía y vendía veneno de rana en Medellín, Bogotá y Cali de manera ilegal. Además, lo comercializaban en países de América y Europa.

La Dirección de Carabineros y Protección Ambiental lideró esta operación, que dejó 5 capturas por delitos relacionados con el aprovechamiento ilícito de recursos naturales, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir.

Los investigadores confirmaron que esta estructura torturaba ranas del género Phyllomedusa, especie que habita la Selva Amazónica entre Colombia, Perú y Brasil.

¿Cómo distribuían el veneno de rana en Medellín y otras ciudades capitales?

Los integrantes extraían su secreción para convertirla en tablillas de veneno conocidas como “kambo”, promocionadas en el mercado internacional como supuestos tratamientos curativos sin ningún respaldo médico.

Las autoridades establecieron que varias personas murieron después de usar esta sustancia en rituales no regulados.

La organización distribuía el producto final en Bogotá, Cali y Medellín, donde lo ofrecía como una alternativa “sanadora” a través de redes de contacto clandestinas.

Las operaciones simultáneas incluyeron 2 allanamientos, incautación de 5 teléfonos utilizados para coordinar envíos y seguimiento a rutas trazadas para mover la mercancía hacia diferentes ciudades capitales.

El brigadier general Carlos Germán Oviedo Lamprea, comandante de la Policía de Carabineros, afirmó que este golpe frena un negocio que generaba más de 1.500 millones de pesos al año.

Señaló que la explotación de la Phyllomedusa afecta directamente ecosistemas protegidos y amenaza la supervivencia de la especie, ya que la técnica de extracción altera su comportamiento y disminuye sus poblaciones en áreas de alta fragilidad ecológica.

Las autoridades alertaron sobre el riesgo sanitario que representa el consumo del veneno.

También insistieron en que el tráfico de especies continúa como uno de los negocios ilegales con mayor rentabilidad en el país y solicitaron a la ciudadanía denunciar cualquier actividad que comprometa el patrimonio natural.