Acto simbólico. // Foto: cortesía, DATT de Cartagena
Con un acto simbólico en el corredor de carga, el DATT desarrolló una agenda dedicada a honrar la memoria de quienes han perdido la vida o han resultado lesionados en las vías.
Con una cebra que visibiliza el número de víctimas de siniestros viales en Cartagena, el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), en coordinación con la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), conmemoró el Día Mundial de las Víctimas de Siniestros Viales. Esta fecha está dedicada a honrar la memoria de quienes han perdido la vida o han sufrido lesiones en las vías, así como a sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de la prevención.
“Mi hijo tenía 25 años… y dejó un niño de un año”: el dolor que no se supera.
En el Día Mundial de las Víctimas de Siniestros Viales, las voces de las personas quienes han perdido a sus seres queridos o han visto de cerca la tragedia se hacen sentir en uno de los puntos más críticos de Cartagena: el corredor vial de La Báscula, en la entrada a la zona industrial de Mamonal.
Allí, donde a diario circulan miles de motocicletas, vehículos particulares y tractocamiones, se han contado a muchos fallecidos y decenas de lesionados en los últimos años. Y aunque para muchos es solo un tramo más, para otros representa el lugar donde sus vidas cambió para siempre.
Margarita Paredes, madre de una victima de accidentes, cuenta como se ha quedado con un dolor profundo:
“Mi hijo cruzaba la vía cuando una moto lo atropelló. Tenía 25 años… y dejó un niño de un año. Ese dolor no lo aguanta ninguna madre. Le pido a los conductores que bajen la velocidad, que miren, que respeten al peatón”.
Margarita insiste en que muchos motociclistas no solo no frenan o reducen la velocidad, sino que en ocasiones se fugan después del impacto.
“No tienen conciencia, no tienen corazón. La vía no se les va a ir. Esperen, miren, deténganse. Una vida vale más que llegar un minuto antes”.
Comunidad marcada por las tragedias
Eduard Castellón Palacio, presidente de la Junta de Acción Comunal de San Isidro, asegura que el corredor de La Báscula se ha convertido en un punto de riesgo permanente. “En esta lugar, aproximadamente 20 personas han sufrido lesiones en accidentes y han fallecido al menos 7. No queremos más muertos”.
Castellón explica que una de las principales problemáticas es la falta de reductores de velocidad y el irrespeto a las cebras recién demarcadas “Hoy mismo una moto casi atropella a un agente de tránsito. No frenan, no miran, no respetan”.
Eduardo castellón relata que la ultima victima fue un habitante del sector “El 19 de octubre, Marcos Manjul cruzaba la carretera cuando dos motos que venían haciendo piques lo impactaron. Estuvo consciente varias horas, pero falleció”.
Vehículos de carga y parqueos ilegales: un segundo riesgo mortal
A los excesos de velocidad se suma otro problema que agrava la seguridad vial: el parqueo indiscriminado de tractocamiones y camiones de carga en la berma, bloqueando la visibilidad de peatones y de otros conductores.
El director del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), presente en la jornada, advierte:
“No solo impiden ver a quienes cruzan; también obstaculizan la movilidad. Ya hicimos llamados al parqueadero del sector para que adecúe su bahía de acceso.”.
El DATT reportó que en ese punto ha impuesto más de 66 comparendos por obstrucción de la vía pública, especialmente a tractocamiones que esperan afuera del puerto en vez de hacerlo dentro del terminal, como exige la norma.
Un corredor que exige conciencia, señalización y control
Durante la jornada pedagógica del Día Mundial de las Víctimas de Siniestros Viales, el DATT confirmó que el corredor registra 17 siniestros viales con fallecidos, por lo que se instaló un mural simbólico que representa, año por año, las vidas perdidas.
“Queremos que los conductores entiendan que aquí los esperan en casa. Una velocidad alta puede destruir a una familia”, señaló el director del DATT.
La entidad puso nueva señalización, demarcó pasos peatonales y anunció medidas adicionales:
Mayor presencia de agentes de tránsito.
Revisión del paradero de Transcaribe, destruido por vehículos de carga, para recuperarlo.
Pedagogía para peatones y motociclistas, especialmente.
Requerimientos al Ministerio de Transporte y la Superintendencia para regular un punto donde empresas privadas hacen maniobras de seguridad externa, causando congestionamiento.
El director enfatizó: “En ninguna vía urbana está permitido exceder los 50 o 60 km/h. Aquí la gente tiende a acelerar porque es una vía larga, pero eso no es excusa. La falta de conciencia y el desconocimiento de las normas es el problema principal”.
Un llamado que nace del dolor
La comunidad no pide nada extraordinario: reductores de velocidad, respeto al peatón, control al parqueo de tractocamiones y un comportamiento más responsable de los conductores.
Pero el mensaje más fuerte viene de quienes ya han vivido la tragedia: “Nadie debería morir aquí. Que mi hijo sea la última víctima”, dice Margarita.
En La Báscula, cada cruce puede ser una pregunta de vida o muerte. Y cada historia recuerda que la seguridad vial no es un trámite, sino una responsabilidad compartida.










