PERÚ:
El presidente ejecutivo de la institución, Carlos Antonio Figueroa, afirmó que la caficultura es la principal alternativa para transformar la vida de miles de familias que buscan dejar atrás la economía ilegal.
En el Perú, el café es cultivado en más de 450 mil hectáreas y genera alrededor de 223 mil empleos directos. Para DEVIDA, este grano no solo es un producto de exportación, sino también un instrumento clave de desarrollo alternativo en regiones donde la coca ilegal ha predominado durante décadas.
“El trabajo con las familias implica mejorar la producción, la productividad y la calidad del café, para poder competir y articularse a la cadena en todos los eslabones”, aseguró Carlos Antonio Figueroa , presidente ejecutivo de DEVIDA, durante una reciente intervención pública.
La institución que representa ayuda a las familias de zonas afectadas por el narcotráfico a transitar hacia cadenas productivas sostenibles que garanticen calidad y articulación con el mercado.
El funcionario recalcó que el cultivo de café representa una oportunidad real para las comunidades rurales. “Cuando una familia apuesta por el café, deja atrás lo ilícito y comienza a integrarse a una cadena de valor que le ofrece estabilidad económica y reconocimiento”, subrayó.
La estrategia de desarrollo alternativo, añadió, no se limita a sustituir cultivos, sino a fortalecer cada etapa productiva. “Queremos que los agricultores produzcan con calidad, que incrementen su productividad y que logren competir en el mercado nacional e internacional”, enfatizó.
Figueroa destacó que el impacto va más allá de lo económico: “El café abre la posibilidad de construir un futuro digno, en el que los jóvenes no estén tentados por la economía ilegal”.
Para el funcionario, la articulación en todos los eslabones de la cadena —desde la siembra hasta la exportación— es esencial: “Cada paso que damos en transformación, comercialización y acceso a mercados significa más valor agregado para las familias”.
DEVIDA trabaja actualmente con cerca de 50 mil familias que han encontrado en el café y otros cultivos una fuente de rentabilidad y sostenibilidad. Estas familias se encuentran en un proceso de fortalecimiento de capacidades que les permitirá integrarse de manera efectiva al mercado en distintos niveles.
CRECE EL CONSUMO DE CAFÉ
“El consumo interno de café en el Perú está creciendo gracias al trabajo conjunto del Estado, el sector privado y los gremios; hoy vemos resultados concretos y una cadena logística más sólida”, resaltó Figueroa.
Como parte de esta estrategia se ha presentado la Bitácora #EnModoDeVida, la cual no solo impulsa que se conozca 30 cafeterías de Lima sino que promueve la comercialización de los productos de desarrollo alternativo.
En alianza con diversas cafeterías de Lima, actualmente se expenden principalmente cafés, pero también derivados como cacao y chocolate.
Figueroa detalló que esta es apenas una primera fase: “Haremos una evaluación y, a partir de ello, lanzaremos una segunda fase más amplia, que permitirá la incorporación de más establecimientos”, indicó.
El objetivo es escalar la experiencia a nivel nacional teniendo en cuenta que en muchas provincias ya existen cafeterías consolidadas y con productos de calidad, algo impensable hace algunos años
