En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, La Guajira alza la voz por quienes hoy sienten más fuerte la ausencia de la ayuda internacional.
El retiro de la financiación de Usaid cerró las puertas de 21 organizaciones que llevaban agua, alimento, salud y esperanza al Departamento.
Este 19 de agosto, mientras el mundo recuerda a los trabajadores humanitarios que arriesgan su vida por otros, en La Guajira miles miran hacia el horizonte con la esperanza de que la empatía y el compromiso vuelvan a cruzar fronteras para llegar hasta ellos.
TOMADA DE: https://laguajirahoy.com/
En 2008 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 19 de agosto como el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, en memoria de 22 trabajadores humanitarios, incluyendo a Sergio Vieira de Mello, Representante Especial del secretario general de la ONU para Irak, quienes murieron en un trágico atentado en Bagdad en 2003. Este día fue proclamado para resaltar la supervivencia, el bienestar y la dignidad de las personas afectadas por crisis, así como la seguridad de los trabajadores.
Este año el panorama para la asistencia humanitaria a nivel mundial está marcado por un duro golpe, y el departamento de La Guajira no escapa de eso, el cierre de la financiación de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), ha afectado la asistencia humanitaria que por años venía favoreciendo al territorio, siendo este uno de los principales respaldos económicos para proyectos de atención a comunidades vulnerables.
Esta situación obligó a varias organizaciones no gubernamentales y agencias de cooperación internacional presentes en el Departamento a disminuir su cobertura, reducir personal e incluso suspender programas esenciales de asistencia alimentaria, acceso a agua potable, brigadas de salud y atención a población migrante, refugiada y de comunidades de acogida en situación de riesgo.
En cifras
21 ONG salieron o pausaron programas en Maicao, Riohacha y Uribia, esto impactó de manera directa a un aproximado de 14.000 personas quienes quedaron sin la ayuda que recibían de manera regular, entre ellas comunidades indígenas wayuu y población migrante, que dependen en gran parte de estos programas, hoy enfrentan un escenario de mayor incertidumbre. Entre 5 a 15 trabajadores humanitarios, por ONG, perdieron sus contratos debido a la falta de recurso para la continuidad de la cobertura, dejando sin oportunidades laborales y aumentando la cifra del desempleo a nivel nacional.
Los habitantes de La Pista, el asentamiento de migrantes más grande de América que hoy día alberga 9 mil personas, ha sido de las comunidades con mayor afectación y visibilidad de la problemática dado que en este lugar funcionaba el Centro Transitorio Solidario, unas 20 organizaciones brindaban servicios y atención humanitaria, al día de hoy no hay atención y las pocas que hacen presencia tienen rango de acción limitado.
Actuar por la humanidad
Bajo el lema Actuar por la Humanidad, este año se hace un llamado a todos a proteger la humanidad, resaltar el bienestar y la dignidad de las personas afectadas por las crisis, así como la seguridad de los trabajadores humanitarios, quienes arriesgan su vida para ayudar a otros, y esto se convierte en una oportunidad para visibilizar las necesidades urgentes de miles de familias guajiras, en especial en zonas rurales dispersas y comunidades indígenas wayuu así como también de las ONG que buscan seguir llevando atención aún en medio de recortes financieros.
Aunque los esfuerzos son significativos, persisten desafíos como la falta de recursos sostenibles, el impacto del cambio climático en el acceso al agua y la creciente demanda de atención por la llegada de migrantes y refugiados. Por ello, desde La Guajira se eleva un llamado a la comunidad nacional e internacional para mantener la solidaridad activa y fortalecer las capacidades locales.