Si bien no se han reportado acciones violentas, la movilidad está prácticamente paralizada y las pérdidas por estas amenazas superan los 100 mil millones de pesos diarios.
Por tercera vez en el año el departamento de Chocó atraviesa por un nuevo paro armado anunciado por el ELN y que se mantendrá hasta el próximo domingo. Esta vez, por parte del Frente de Guerra Occidental Ogli Padilla.
Si bien las autoridades civiles y la fuerza pública hasta ahora no han reportado alteraciones al orden público, las comunidades sí se han abstenido de transitar tanto por vías como por afluentes como el San Juan, el Atrato y el Baudó. El mismo panorama se ha registrado en otros corredores como la vía Quibdó-Medellín o Quibdó-Pereira.
Por esto, buena parte de las actividades económicas se han paralizado generando pérdidas diarias de hasta 117 mil millones de pesos para diferentes sectores como lo manifestó la secretaria de Gobierno del departamento, Yenny Rivas.
«Afectando sectores como el turismo, el transporte, el comercio, la agricultura, la pesca», dijo.
Sectores sociales siguen denunciando el drama humanitario que atraviesan comunidades especialmente rurales por cuenta del confinamiento y la imposibilidad para acceder a diferentes derechos fundamentales como el trabajo, la salud, la educación y la alimentación.
Monseñor Wiston Mosquera, obispo de la Diócesis de Quibdó, cuestionó la persistencia de este tipo de acciones violentas que se convierte en la novena de los últimos dos años.
«Quedamos acá en el departamento confinados, porque la gente no puede estar moviéndose por las carreteras. ¿Hasta cuándo vamos a estar nosotros viviendo de paro en paro por los grupos armados y de manera especial por el ELN en este territorio?», cuestionó el obispo.
No obstante y a pesar del temor generalizado en la población del departamento, un hecho particular lo marca el municipio de Unión Panamericana donde su alcalde Geyson Copete decidió que se mantendrá en pie la realización de conciertos durante el cierre de las fiestas patronales en el corregimiento Las Ánimas.
«De ellos nos garantizan que desde Quibdó, desde Condoto, desde Tadó, desde todos los corregimientos que nos conectan a un municipio, van a garantizar el libre tránsito de todas las personas a través de toda la fuerza pública», indicó el mandatario.
La situación ha generado una profunda preocupación entre organizaciones nacionales e internacionales, especialmente por el riesgo humanitario que enfrentan comunidades históricamente afectadas por el conflicto armado. Recientemente la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia le exigió al ELN respetar los derechos y la vida de la población civil en el departamento del Chocó.

