Estos ejemplares fueron rescatados del tráfico ilegal y la tenencia como mascotas, amenazas críticas para la fauna silvestre en Colombia.
Como cada 3 de marzo, se celebra el Día Mundial de la Vida Silvestre, una fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para resaltar la importancia de la flora y fauna silvestres en los ecosistemas del planeta.
Cartagena no se quedó atrás en la conmemoración de este importante día, por eso, de manera conjunta entre el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Antioquia) y la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique) llevaron a cabo la liberación de 148 tortugas morrocoy (Chelonoidis carbonarius) en una zona protegida de Cartagena, con el que se reafirma el compromiso con la conservación de la biodiversidad y la lucha contra el tráfico ilegal de especies.
Estos ejemplares fueron rescatados y rehabilitados en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre (CAVR) del Área Metropolitana del Valle de Aburrá tras haber sido víctimas del comercio ilegal y la tenencia en hogares, lo que afectó su desarrollo natural.
Luego de un riguroso proceso de recuperación, hoy regresan al entorno al que pertenecen, contribuyendo al equilibrio ecológico de la región.
Ángelo Bacci Hernández, director de Cardique tras la liberación de estas tortugas, indicó que: “Cada liberación es un paso adelante en la lucha contra el tráfico de fauna silvestre. Estas tortugas nunca debieron haber sido extraídas de su hábitat, y devolverlas a la naturaleza es nuestra manera de reparar ese daño. Hacemos un llamado a la ciudadanía para que rechace la compra y tenencia de animales silvestres, pues su lugar no es en los hogares, sino en la naturaleza”.
Varias especies de aves fueron liberadas
Además, el equipo técnico de Cardique realizó un traslado de seis guacamayas (Ara ararauna y Ara macao), cuatro loritas negras (Pionus chalcopterus) y una guacharaca (Ortalis columbiana) a centros especializados. Aunque estos ejemplares se encuentran en buen estado de salud, la interacción prolongada con humanos les ha impedido desarrollar habilidades esenciales para la vida en libertad. Por ello, fueron reubicados en la Fundación Loros y el Aviario Nacional de Colombia, donde recibirán atención especializada y contribuirán a programas de conservación y educación ambiental.
“Este esfuerzo interinstitucional es una muestra de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos por la protección de la fauna silvestre. La reubicación de estas aves en centros especializados garantiza su bienestar y permite generar conciencia sobre la importancia de preservar nuestras especies”, agregó Bacci Hernández.
Un compromiso por la vida silvestre
Las autoridades ambientales reiteran el llamado a la ciudadanía para que rechace la tenencia de fauna silvestre como mascotas y denuncie cualquier caso de tráfico ilegal de especies. Cada animal extraído de su entorno representa una pérdida irreparable para los ecosistemas y un riesgo para su supervivencia.
La fauna silvestre no es una mascota. Su lugar es la naturaleza, y su conservación es responsabilidad de todos.
El Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá opera en convenio con la Universidad CES, garantizando el rescate y rehabilitación de cientos de animales víctimas del tráfico ilegal.
