La vía se encuentra cerrada desde la madrugada de este jueves, mientras el Ejército y la Policía esclarecen lo sucedido en este hecho.
Cero y van dos. En un periodo de cuatro días, van dos cilindros de gas que ubican en la vía entre San Andrés de Cuerquia e Hidroituango y este jueves se encontraron el segundo en este corredor, esta vez acompañado de un cable largo, el cual daría la sensación de que pudiera ser detonado por parte de los criminales en este corredor.
Los hechos se registraron a la altura del corregimiento El Valle, jurisdicción del municipio de Toledo, Norte de Antioquia. El cilindro, pintado con la bandera de Colombia, fue ubicado a un costado del corredor, mientras que el cable ocupó el otro carril de esta vía, la cual fue cerrada por precaución por parte de las autoridades.
Personal del Ejército y la Policía Antioquia se encuentran en la zona monitoreando el territorio para verificar si este cilindro está cargado o no con explosivos, al tiempo que revisan las zonas aledañas para ver si no hay trampas alrededor, como ya ocurrió el pasado domingo.
El alcalde de San Andrés de Cuerquia, José Fernando Chaverra, expresó que «recibimos la noticia de que haya presencia de unos objetos extraños con características de un cilindro de gas. Inmediatamente, el Ejército con su personal están en el área asegurando el perímetro para proceder a desactivar -si es un artefacto explosivo- ya retirar este objeto de la vía».
El anterior elemento explosivo fue ubicado el fin de semana en este corredor, luego de que la comunidad informara de este elemento, principalmente porque las comunidades quedaron incomunicadas por esta situación.
De inmediato los militares acudieron al sitio y se encontraron con que este primer cilindro no tenía nada, pero a pocos metros había dos bombas listas para ser activadas y atentar contra los soldados. Sin embargo, este ataque no se materializó por la pronta reacción de las tropas.
El territorio donde se están ubicando estos cilindros bomba tienen presencia del frente 36 de las disidencias de las Farc, aunque también hay confrontaciones con el Clan del Golfo y la banda El Mesa por el control del microtráfico y las rentas criminales.