EL SALVADOR:
Por David Bernal
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) también anunció que cierra sus oficinas hasta nuevo aviso, aunque continuará registrando vulneraciones al ejercicio periodístico. Su presidente aclaró que se trata de un período de transición.
La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) anunció este 16 de septiembre que renuncia a su derecho de ejecutar proyectos con fondos de cooperación internacional en el país, debido a «las asfixiantes, arbitrarias e ilegales condiciones» que impone la Ley de Agentes Extranjeros (LAEX).
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En un comunicado difundido en sus redes sociales, la APES externa que durante los últimos tres meses se ha dedicado a suspender, liquidar y cerrar todos todos los proyectos que ejecutaba con fondos que provenían desde el exterior y que también ha tomado la decisión de cerrar temporalmente sus oficinas.
«La LAEX define como agentes extranjeros a cualquier persona u organización que ‘responda a intereses, esté controlada o financiada, directa e indirectamente, por un mandante extranjero’. Un mandante extranjero es cualquier persona u organización con sede en el extranjero, incluyendo un gobierno, un partido político o una organización, así como cualquier entidad así determinada por el Registro de Agentes Extranjeros. Con una definición tan amplia y discrecional, el registro está diseñado para usar este poder de manera arbitraria», explica la APES en su comunicado.
Señala además la obligación de pagar un 30 % de impuesto por cada transacción financiera de fondos de mandantes extranjeros, lo cual, según la Asociación, «aumentaría más la carga financiera y la haría comparable a una confiscacción de facto».
«Si bien la nueva normativa se presenta bajo el objetivo de fortalecer la transparencia, es relevante recordar que en los últimos seis años se ha recurrido con frecuencia al mecanismo de reserva de información pública. Esto ha reducido la posibilidad de que la ciudadanía pueda acceder a contratos y gastos estatales que, conforme a la Ley de Acceso a la Información Pública, deberían estar disponibles para su conocimiento», añade.
La APES sostiene que este anuncio no implica el cese total de sus operaciones y que seguirá prestando sus servicios de registro y denuncias de agresiones y vulneraciones a la prensa, a través de sus redes sociales, su página web y su correo electrónico.
«La Asocación tiene más de un año de estar intentado obtener credenciales de junta directiva en el registro de Asociaciones de la oficina del Ministerio de Gobernación, y aún lo seguirá haciendo. Como Asociación de Periodistas seguiremos insistiendo, apegados a nuestro derecho de organización y asociación, pese al cierre deliberado del espacio cívico», subraya.
«APES sigue viva, pero en transición»
Consultado sobre la situación, el actual presidente de la APES, Sergio Arauz, dijo a LA PRENSA GRÁFICA que el anuncio hecho este 16 de septiembre no implica que la Asociación desaparece, sino que entra en un período de cambio para poder sobrellevar la actual coyuntura en El Salvador.
La APES sigue viva pero en transición. Los servicios más fundamentes de la APES se mantienen abiertos a través de nuestros canales de comunicación, todos los y las periodistas de El Salvador deben saber que pueden seguir denunciando agresiones y vulneraciones. Todas las formas de protección, hasta donde sea posibles, siguen abiertas», declaró.
Recordó que en caso de una agresión los periodistas y comunicadores pueden recurrir al número telefónico 7746-4325, que es el del Centro de Monitoreo, o el correo elsalvador@apes.org.sv.
«Nuestros centro de monitoreo y nuestra clínica de auxilios jurídicos siguen viendo y atendiendo casos de todo tipo, desde los más graves hasta los menos graves. Lo que más se nota y es lamentable es el cierre de nuestra oficina en El Salvador, pero el corazón de la APES sigue vivo», añadió Arauz.
Aclaró que tanto la Junta Directiva, la Relatoría de Libertad de Expresión como la Comisión de Ética de la APES siguen vigentes y que atenderán a periodistas agremiados o no agremiados como ya lo venían haciendo.