En Colombia, uno de los pocos países que permite legalmente la eutanasia, cada historia de muerte digna es también una historia de vida, lucha y dignidad.
Hablar de muerte digna no es simplemente discutir sobre leyes, es dialogar sobre el dolor, el sufrimiento físico y emocional, y el derecho a decidir cuándo y cómo partir. Así pues, en esta oportunidad, la temática es la eutanasia como un procedimiento profundamente humano, desde las voces de quienes la han vivido de cerca.
Eliana Marcela Borda, madre de Miguel Ángel, compartió la historia de su hijo, quien padecía una enfermedad dolorosa y progresiva. Pese a las reticencias iniciales, la familia aceptó su decisión de acceder a la eutanasia. “Fue un proceso doloroso, pero siempre desde el amor”.
Colombia: un país pionero en derechos al final de la vida
Colombia es uno de los siete países en el mundo donde la eutanasia está legalmente permitida. Pero más allá de este procedimiento, el país cuenta con cuatro vías legales para acceder a una muerte digna: cuidados paliativos, adecuación del esfuerzo terapéutico, eutanasia y asistencia médica al suicidio. Estas opciones buscan aliviar el sufrimiento sin prolongar innecesariamente la agonía.
Según explicó Lara, el sistema colombiano permite ejercer este derecho siempre que se cumplan tres requisitos: tener una enfermedad grave e incurable, experimentar un sufrimiento incompatible con la dignidad personal y manifestar de manera clara e inequívoca el deseo de acceder a uno de estos procedimientos.
Miguel Ángel: entre el dolor físico y el deseo de descanso
La historia de Miguel Ángel fue especialmente conmovedora. Desde niño sufrió dolencias físicas crónicas que lo llevaban incluso a la autoagresión. A pesar del tratamiento, su sufrimiento no cesaba. Con valentía, decidió acogerse al derecho que la ley le brindaba.
Su madre relató que, aunque como familia inicialmente resistieron, finalmente lo acompañaron en su decisión. “Aceptar que ya no esté sigue siendo difícil, pero lo hicimos por amor, para que no sufriera más”.
Eutanasia no es rendición: es elección y alivio
Lina Lara, directora de la Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente, destacó que acceder a la eutanasia no debe entenderse como un deseo de morir, sino como una necesidad de poner fin al sufrimiento cuando ya no hay alternativas médicas eficaces. “No es rendirse, es buscar alivio. Es el cuerpo el que ya no puede más”.
También hizo énfasis en que muchas veces las barreras para acceder a este derecho provienen del desconocimiento o de las creencias de la familia, quienes pueden frenar o dificultar el proceso por miedo o juicio moral. “Escuchar, acompañar y respetar la decisión es el acto de amor más grande que se puede ofrecer”.