La recolección de plástico de esta travesía, dará inicio en el Cabo de la Vela.
Una parte será de la mano de la tripulación del velero Tortuga I, al mando del capitán Franco Ospina. Sus marinos son buzos profesionales experimentados que serán pieza clave a la hora de hacer limpieza submarina.
Otra parte, en tierra, más exactamente en las playas del Cabo de la Vela, estará a cargo de gente de la Armada Nacional que puso a disposición de la jornada de recolección a sus hombres de la Capitanía de Puerto de Puerto Bolívar. Participarán también integrantes de la misma tripulación del velero Tortuga I además de turistas, habitantes del Cabo de la Vela y organizaciones ambientales y comunitarias de la zona.
El plástico recolectado lo subirán al velero de la expedición donde hará lo suyo una prensa (una estructura que parece una especie de nevera mediana), que tiene capacidad para armar bloques de plástico compactado de hasta 40 kilos de peso. Esos bloques serán entregados a las organizaciones contactadas previamente por la travesía para recibir este material y procesarlo, reutilizarlo o disponerlo conforme lo consideren.
Caribe Respira cuenta en el velero con dos mallas: una grande y una mediana que, en determinados momentos arrojarán al mar para capturar plástico. La grande la lanzarán cuando divisen grandes cantidades de material acumulado en el mar.
La mediana será para lo que se entiende como microplástico. Y esa la usarán en las desembocaduras de ríos para atrapar microplásticos.
De subida rumbo a la Guajira la expedición ya identificó puntos con concentraciones de residuos como Manzanares, Gaira en Santa Marta y la desembocadura del río Magdalena en Barranquilla que ameritarán el uso de las mallas. Por los lados de Urabá, más o menos a la mitad de la expedición, también se prevé usar estas ayudas para contribuir con la limpieza del mar.










