VENEZUELA:
La campaña de propaganda a favor de Maduro está conformada por ecosistema digital que X con publicaciones que cambian casi diariamente| Foto Archivo
A pesar de que la red social sigue censurada en Venezuela desde 2024, el gobierno mantiene una operación digital coordinada para difundir mensajes a favor de Nicolás Maduro y atacar a opositores y críticos
Pese a que la red social X sigue bloqueada para millones de venezolanos, continúa abarrotada de propaganda con mensajes a favor de Nicolás Maduro que el gobierno difunde a través de una elaborada red conformada por muchas cuentas anóminas y funcionarios estatales. Esto refleja que se trata de espacio de importancia estratégica para el chavismo, aunque no sea de forma institucional.
TOMADA DE: https://www.elnacional.com/
Un informe elaborado por Cazadores de Fake News señaló que etiquetas, imágenes y videos de propaganda, presentados como expresión del “clamor popular”, son publicados coordinadamente por cuentas oficialistas en una sucesión de campañas digitales de propaganda que nunca cesaron, aunque la red social se encuentre bloqueada desde 2024.
Quien quiera acceder a la plataforma en el país debe hacerlo usando una VPN o ser usuario de alguno de los pocos proveedores de internet que aún no la restringen. Aunque la censura de X fue anunciada como medida temporal, en noviembre de 2025 continúa vigente.
¿Quién dirige la propaganda de Maduro encubierta en X?
En julio, una cuenta anónima con un avatar de dragón encendido en llamas publicó: “En X no hay retirada, hay lucha, batalla y victoria. ¡No más VPN! #ChavistaYoTeSigo”.
El mensaje, aparentemente espontáneo, proviene de una red que responde a Dayra Rivas, directora de Medios Digitales del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información (Mippci) venezolano, el mismo ente que censuró la red social en el país, y a un grupo de propagandistas formados en la llamada Escuela Influye, programa estatal de capacitación de creadores de contenido progubernamentales.
Investigaciones digitales han identificado a esa cuenta -bajo el alias @UnleashDracarys- como uno de los ejes principales de campañas coordinadas de desinformación y propaganda. Detrás del perfil, que utiliza imágenes y videos generados con inteligencia artificial, opera una estructura que promueve etiquetas como #VenezuelaSeEscribeConVDeVietnam, impulsada en septiembre en respuesta a comentarios del presidente estadounidense Donald Trump.
La campaña de propaganda a favor de Maduro reunió a cientos de cuentas de militantes del PSUV, portales afines y creadores de contenido, generando un aparente apoyo masivo que en realidad se concentró en una burbuja de cuentas oficialistas.
¿Cómo trabaja la red digital del gobierno?
Aunque la mayoría de las cuentas en X vinculadas con el Ejecutivo permanecen inactivas, cientos de perfiles de X prooficialistas mantienen activa la prédica de “paz” promovida por Maduro como respuesta a la guerra contra los carteles iniciada por Estados Unidos. Lo hacen uniformando sus posteos con etiquetas específicas y publicando imágenes y videos con los que apoyan la posición de la administración de Maduro.
Las campañas, por lo general, cuentan con la participación de centenas de cuentas de militantes del PSUV, de portales prooficialistas que suelen presentarse como medios independientes y de creadores de contenido asociados a varios equipos de propaganda chavista.
Un ecosistema digital que llena internet con publicaciones, memes, videos sintéticos, eslóganes patrióticos y consignas que cambian casi diariamente, de acuerdo con Cazadores de Fake News.
La mayoría de las cuentas que forman parte de su comunidad, señalada con el color rojo en el grafo, no son cuentas falsas. Pertenecen a comunicadores o militantes reales, muchos de ellos afiliados a un colectivo digital oficialista específico, parte de la “guerrilla comunicacional” chavista que por varios años se ha coordinado para difundir propaganda oficialista en X.
Los registros muestran que en esa y otras campañas participaron redes de cuentas automatizadas que replicaron de manera sincronizada publicaciones de Dracarys, así como perfiles falsos con identidades ficticias creados para amplificar los mensajes.
El patrón se repite en diversas etiquetas de propaganda, como #VolkerViolaDDHH, usada para atacar al alto comisionado de la ONU, Volker Türk, o campañas de descrédito contra activistas y periodistas venezolanos.
Varias de estas operaciones fueron coordinadas mediante Siscom, aplicación oficial del Mippci que distribuye contenidos y manuales de difusión a miles de usuarios, disponible incluso en Play Store.
Capturas de grupos de Telegram muestran a Rivas instruyendo a sus seguidores con mensajes como “Máxima difusión. De inmediato, por favor”, o dando pautas específicas sobre cómo reinterpretar hechos noticiosos, desde un video militar venezolano hasta un concierto de Lady Gaga en Brasil.
Censura y propaganda, la estrategia oficial
Para expertos, esta combinación de bloqueo y propaganda estatal configura un escenario de censura selectiva y control informativo.
Valentina Ballesta, directora adjunta de Investigación para las Américas de Amnistía Internacional, afirmó que el bloqueo de X “representa un ataque contra la libertad de expresión y el derecho a recibir información”. Agregó que el hecho de que funcionarios del Estado sigan utilizando la red con fines políticos “hace aún más evidente la falta de legitimidad de la medida”.
Andrés Azpúrua, director del observatorio digital VE Sin Filtro, destacó que el gobierno “mantiene una estrategia dual: restringe el acceso a la ciudadanía mientras usa las mismas herramientas para posicionar su narrativa”.
En la ONG Espacio Público coinciden en que se trata de una contradicción estructural: “Es una paradoja impedir arbitrariamente el acceso a millones de usuarios y, al mismo tiempo, destinar recursos públicos para una operación digital dirigida a criminalizar a críticos y opositores”.
La combinación de censura técnica y campañas de propaganda a favor de Maduro encubiertas muestra que el chavismo no ha renunciado a X, sino que la transformó en un campo controlado y estratégico.
Mientras millones de venezolanos permanecen desconectados de la plataforma, el aparato de comunicación del Estado aprovecha su propio bloqueo para amplificar su discurso sin contrapeso, utilizando recursos públicos y una estructura de propaganda digital que se adapta a las nuevas formas de la guerra informativa.











