ECUADOR:
El paro continúa y no hay muestras para su final con un diálogo entre el Gobierno y la Conaie. Aunque varios sectores de la sociedad piden que las partes conversen, esa opción no se ve cercana.
Este 7 de octubre de 2025 se cumplen 16 días de paro en Ecuador y un diálogo entre el Gobierno de Daniel Noboa y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) figura como un escenario complejo y con pocas posibilidades, debido a las posturas de ambas partes.
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Aunque los dos lados hacen mención del diálogo, ninguno da su brazo a torcer y en medio están los ciudadanos que experimentan pérdidas económicas.
¿Posiciones inamovibles?
Noboa, en su último acto público en el sur de Quito, durante la entrega de pensiones a adultos mayores, volvió a defender su decisión sobre la eliminación del subsidio al diésel.
El 6 de octubre la ministra de Gobierno, Zaida Rovira, dijo en Teleamazonas que donde están los focos más fuertes del paro se ha intentado el diálogo y criticó que la Unión de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Cotacachi (Unorcac) no haya acudido a la reunión del 30 de septiembre.
“El tema de (la reducción del) IVA no aceptamos ponerlo en la mesa para un diálogo, igual que la medida tomada con la eliminación del subsidio al diésel”, reiteró Rovira. LA HORA consultó a la ministra qué implica el diálogo para el Gobierno si no es ceder en esos temas, pero no hubo respuesta.
Por otro lado, Vargas, en radio Ritmo de Puyo, dijo el 6 de octubre que hay puntos álgidos como el extractivismo, tierras y territorios, salud, educación y que la lucha no es solo por el diésel.
El dirigente de la Conaie refirió que solo lleva adelante el proceso del paro porque es decisión de las bases. En relación al Gobierno, criticó que “cuando se han hecho peticiones, mandas cartas, haces ruedas de prensa, no te escuchan”. Justificó que el paro es un mecanismo para ser escuchados.
¿El diálogo es o no una derrota?
El analista político Lolo Echeverría es partidario de que las partes deben ir a un diálogo democrático. Este consiste en “no imponer los criterios que la una parte tiene, sino escuchar de buena fe al contrincante”.
Por eso destaca que ir al diálogo no debe ser visto como una derrota, porque eso es un error: “Es un error político y con este error fuimos al fracaso en el 2019 y en el 2022, porque cada uno quiso imponer su posición y mantuvieron el paro hasta el punto en que los dos vieron que estaban perdiendo imagen, y que estaba minando su autoridad con la prolongación del paro. Entonces aceptaron el diálogo como una salida, casi como un subterfugio y eso no debe ocurrir. El diálogo del Gobierno con la sociedad es lo más lógico en democracia y no significa una derrota, es escuchar los planteamientos”.
El diálogo tiene como condición el reconocimiento del otro, añade al sugerir que para abrir el camino Noboa debe reconocer a Vargas como el representante legítimo del sector indígena y, a su vez, el dirigente debe reconocer a Noboa como legítimo representante del Estado ecuatoriano.
Sin embargo, las partes no tienen buena fe porque la Conaie califica a Noboa como autoritario y el Gobierno tilda a Vargas y a otros manifestantes como terroristas, eso no genera confianza, observa el analista. “Si es un terrorista, no cabe el diálogo; el Gobierno niega el diálogo desde el momento en que le llama terrorista”.
Pero si el Gobierno no está en posición de dialogar, debe ayudarse de los mediadores, según Echeverría. “El diálogo es una búsqueda de solución. Hay un tercero que está por encima de los dos, es el pueblo ecuatoriano, la sociedad y el bien común”, enfatiza.
Voluntad política, clave para el diálogo
Echeverría señala que para optar por el diálogo la clave es la voluntad política y con esto coincide Fernando Cabascango, exasambleísta de Pachakutik y miembro del Pueblo Kitu Kara.
Cabascango resalta que desde los pueblos y nacionalidades ha existido la apertura para ir a un diálogo. “El mismo presidente de la Conaie cuando asumió su mandato expresó públicamente su voluntad de un diálogo con el Gobierno en beneficio de los ecuatorianos”. Pero no hay la misma respuesta desde el Gobierno, sostiene.
“Más allá de los números (sobre quitar el subsidio), creo que sí pasa por un tema de una voluntad política y del Estado que queremos construir como ecuatorianas”, expresa. Considera que las políticas del Gobierno responden a un “libreto” del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Si el Gobierno insiste en aplicar los requerimientos que pide el FMI es difícil llegar a un diálogo, ahí la salida que habría es medir la fuerza en las calles”, evalúa.
Observa que el Gobierno toma al diálogo como una derrota y por eso no ha generado el espacio para el diálogo.
“Me parece que en esas condiciones el Gobierno en este momento se está jugando, y me parece que es un error, al demostrar la fuerza que puede tener el Estado para desmovilizar cualquier movilización, pero no responder o no generar políticas públicas que realmente cambien o resuelvan los problemas de los y las ecuatorianas”, apunta.
“Por más que se resistan aquellos que vivían del tráfico de combustibles y de actividades ilegales, nosotros jamás vamos a retroceder porque retroceder significa que ustedes no pueden recibir eso (beneficios sociales)”, Daniel Noboa, presidente de Ecuador.
“Extractivismo, tierras y territorios, salud, educación… son temas irrenunciables, innegociables, nosotros no negociamos sobre todo la lucha de los pueblos y nacionalidades”, Marlon Vargas, presidente de la Conaie.
Las comunas del Ilaló, de San Miguel del Común, Oyacoto, Santa Anita, Cocotog y Amaguaña han realizado acciones, aunque no continuas, pero se sumarán si se da una movilización a Quito, según Cabascango.