Editado por: José Palma
Entre las advertencias señalan que Barranquilla se volvería más apetecida para grupos como Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada.
Como un riesgo latente es descrito en Barranquilla la posibilidad del llamado plan expansionista del Clan del Golfo en el Atlántico o la posible llegada de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, con quienes tanto “Los Pepes” como “Los Costeños” tienen una alianza criminal que agravó sus enfrentamientos justo antes de firmar la reciente tregua con la compañía del Gobierno Nacional, en la cárcel La Picota de Bogotá.
De hecho, declara el profesor y experto en seguridad Luis Trejos que, ante este eventual cese de las bandas, Barranquilla se volvería más apetecida para grupos como las disidencias de las Farc, el ELN o el Tren de Aragua dada la privilegiada ubicación geográfica que tiene la ciudad y su gran movimiento financiero.
“Estas organizaciones quizás podrían ver una ventana de oportunidad para ingresar al área metropolitana de Barranquilla si perciben que la tregua está surtiendo efectos. Ellos tratarán de llenar los espacios que dejen los grupos locales, en el marco de los mercados de ilegalidad que se desarrollan en los últimos años”, dijo inicialmente Trejos.
Pese a este anuncio optimista para Trejos es importante aclarar que ahora mismo solo hay un apaciguamiento de la violencia, pues la falta de un marco jurídico que le dé peso normativo a las charlas evitan que se hable de un proceso de paz y, por consiguiente, un desarme masivo.
“Lo que podríamos ver es un efecto rebote de la violencia. En otras palabras, el fracaso de la mesa implicaría el fin de la tregua y el reinicio de la violencia armada. Si no se toman las medidas adecuadas, estas organizaciones se pueden fortalecer en medio de la negociación antes de llegar a escenarios definitivos de sometimiento a la justicia”, agregó.
Entre las dudas que genera la firma está la ausencia de la Alcaldía de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico, siendo ambas cruciales para alcanzar la paz urbana; a lo que el experto Trejos espera que la cita no sea utilizada para alcanzar resultados electorales.
“Complicado y preocupante porque, según las declaraciones que hizo Camilo Pineda, que es el delegado del Gobierno en esta mesa, uno de los objetivos centrales de la negociación sería la desvinculación de niños, jóvenes y adolescentes de esas estructuras criminales. La oferta institucional que se les puede brindar sólo saldrá de la alcaldía de Barranquilla o de la Gobernación del Atlántico. Así entonces, no pueden ser excluidos de este escenario”, sostuvo.
Finalmente, Trejos también señaló que no hay que dejar de lado a las víctimas, como los comerciantes o los conductores de buses que fallecieron en intentos de extorsión a sus empresas, cuyas familias debieron ser re victimizadas en las últimas horas.
El profesor de la Universidad del Norte prefiere acompañar la noticia con moderación, no ignorando que será fundamental para salvar vida y brindar tranquilidad durante estos meses a los varios comerciantes que trabajarán en fin de año.
Para evitar el ingreso de nuevas estructuras criminales en Barranquilla se debería dar una articulación entre el Gobierno Nacional y las autoridades locales para coordinar programas que blinden a la ciudad. “Que el remedio no sea peor que la enfermedad”, dijo Trejos.