Ya son 11 los fallecidos por consumir el alcohol adulterado, mientras que 10 permanecen en UCI.
A medida que avanzan las investigaciones sobre la tragedia por consumo de licor adulterado en Barranquilla, se conocen más detalles sobre el presunto responsable de distribuir la bebida ilegal que ha dejado, hasta ahora, 11 muertos y 15 personas hospitalizadas, de las cuales 10 permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos del Nuevo Hospital General de Barranquilla.
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El hombre, identificado como Nicolás Manuel Medrano, habría sido quien fabricó y distribuyó el licor adulterado en la zona del Centro de Barranquilla. Según testimonios, Medrano tenía al menos 18 años vendiendo el producto ilícito a bajos precios en el sector conocido como ‘El Boliche’.
Durante años, Medrano, al parecer, compraba el licor adulterado en el barrio Las Nieves, un sector ampliamente reconocido por la venta de este tipo de bebidas ilegales. Luego, reenvasaba el contenido en pequeñas botellas para comercializarlas a precios que oscilaban entre 1.000, 2.000 y 5.000 pesos.
Un cambio que pudo ser fatal
Sin embargo, dos días antes de que se registraran las primeras muertes, Medrano habría cambiado de proveedor. Así lo relató un comerciante de ‘El Boliche’ que conocía personalmente al señalado.
“Él tenía hace tiempo comprándole ron a un muchacho en Las Nieves y ahora se cambió con otro. De pronto le dieron alcohol que no era, alcohol con él no venía trabajando. Incluso él me dijo el lunes temprano que le tocó comprarle el alcohol a otro muchacho”, precisó.
Este cambio en el proveedor podría, presuntamente, haber sido el detonante de la tragedia, según señalan personas cercanas.
La ruta del ‘trago de la muerte’ en el Centro
Nicolás Manuel Medrano era reconocido en el Centro de Barranquilla, no solo por vender el licor, sino también por cuidar algunos locales de la zona. Además, se sabe que él mismo consumía el producto que vendía.
Los habitantes de calle eran sus principales clientes. Con apenas 1.000, 2.000 y 5.000 pesos podían comprar una botella del licor adulterado que él distribuía, según contó Joaquín Rosado, comerciante y amigo del fallecido.
“Llegaban, los compraban y se iban enseguida. Eso es lo que tenía él. Vendía a mil pesos, a dos mil pesos, a cinco mil”, sostuvo Rosado.
Medrano también cayó víctima del mismo licor que vendía. El día que enfermó varios comerciantes del sector lo ayudaron a llegar a una clínica, donde finalmente falleció. Uno de ellos recordó la última conversación que tuvo con él.
“Yo le dije varias veces: ‘Nico, ¿por qué no vas donde un médico?’ Me dijo: hombre, ¿cuál médico? Ustedes por todo llaman al médico. Yo me cuido yo mismo’”, mencionó.
Autoridades continúan operativos
Hasta el momento, la tragedia ha dejado un saldo de 11 personas fallecidas y 15 hospitalizadas, de las cuales 10 siguen en estado crítico.
Las autoridades, por su parte, han intensificado los operativos en distintos puntos de la ciudad para frenar la venta de licor adulterado, al tiempo que la Fiscalía y la Policía investigan el origen de la sustancia que cobró la vida de estas personas.