60 familias llevan una década esperando respuestas y la devolución de su dinero tras invertir en un proyecto de vivienda inconcluso en el norte del Valle de Aburrá.
En 2015, cerca de 90 familias invirtieron todos sus ahorros en el proyecto de vivienda Acrópolis que se construiría en el barrio La Gabriela, de Bello, pero terminaron sin casa y sin dinero.
Una década después, 60 de ellas siguen esperando respuestas y la devolución del dinero que entregaron a la constructora, pues la obra nunca fue culminada y el terreno, según las autoridades de Planeación, no es apto para construir.
“Ellos se liquidaron, y ahora no hay dinero para devolvernos lo que invertimos. Además, no se puede construir porque el terreno no es apto para vivienda. Nos quedamos sin el dinero y sin la propiedad”, denunció Darllet Guerra, una de las afectadas.
Algunas familias consignaron cerca de 20 millones de pesos, que equivalían al 30 % del valor total del inmueble, mientras que otras realizaron el pago completo. Y así, el sueño de tener casa propia se terminó en una pesadilla.
¿Cómo evitar ser víctima de una estafa inmobiliaria?
Expertos inmobiliarios advierten que este tipo de situaciones pueden prevenirse si se realizan verificaciones previas antes de firmar un contrato de compra sobre planos.
“Lo primero que recomendamos es verificar que la constructora exista en la Cámara de Comercio, segundo que los predios tengan folio de matrícula inmobiliaria, revisar la ficha catastral y solicitar información en las curadurías”, explicó Laura Bañol Betancur, abogada de la Asociación de Consumidores.
Por su parte, la especialista en derecho inmobiliario Leidy Noreña, recomienda elegir constructoras con mínimo siete años de experiencia, buena solidez financiera y trayectoria comprobada.
“Siempre dudar de los proyectos que ofrecen precios por debajo del mercado, porque suelen ser una alerta. También es importante conocer los plazos: una obra sin problemas legales no debería tardar más de tres años en construirse”, precisó Noreña.
Las autoridades locales también hicieron un llamado a la precaución durante las ferias de vivienda, pues las entidades organizadoras no siempre se hacen responsables por la negligencia de las constructoras participantes.
Mientras tanto, las familias afectadas estudian acciones legales colectivas para recuperar sus recursos y evitar que otros ciudadanos caigan en fraudes similares.