PERÚ:
Humo generado por estos siniestros es diez veces más perjudicial para la salud infantil que el producido en otras situaciones.
A dos semanas de que se iniciaron las declaratorias de emergencia por los incendios forestales que afectan a 20 regiones del país, el Representante del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF), Javier Álvarez, hizo un llamado a las autoridades nacionales, regionales y locales para que de inmediato coloquen a la infancia en el centro de la respuesta a estas emergencias.
Precisó que desde UNICEF se estima que los incendios forestales están afectando de diversas formas a 163,723 niñas, niños y adolescentes que viven en los distritos de mayor concentración de incendios como Amazonas, San Martín y Ucayali. “Consideramos que las autoridades deben prestarle especial e inmediata atención a la infancia al momento de evaluar los daños y diseñar e implementar las respuestas a la emergencia”, señaló.
Al referirse al déficit hídrico, comentó que el Instituto de Defensa Civil (INDECI) considera que tiene en riesgo a 800 mil personas y que tomando en cuenta esta cifra, UNICEF estima que serían 344 mil las niñas, niños y adolescentes afectados por las intensas sequías que ya están obstaculizando el transito fluvial, el abastecimiento de suministros y combustible y el acceso a agua segura.
Explicó que, aunque niñas, niños y adolescentes no estén en contacto directo con el fuego, la calidad del aire que respiran compromete seriamente su salud, y el buen estado de sus viviendas y escuelas.
“El impacto del humo producto de los incendios forestales es diez veces más perjudicial para la salud infantil que el del humo generado por otras situaciones. Por ejemplo, la exposición de una gestante al humo de los incendios forestales se ha asociado con bajo peso al nacer, parto prematuro y elevada mortalidad infantil, así como a morbilidades como el asma y la disfunción cognitiva”. Precisó que esta fue una de las alertas que hizo UNICEF en su informe Safe from Wildfire Smoke publicado en el pasado mes de mayo.
Tanto el déficit hídrico como los incendios forestales impactan seriamente la vida de niñas, niños y adolescentes. Por ejemplo, en el campo educativo se estima que hay 317 escuelas en alto riesgo ante incendio y sequía y se sabe que hay 20 000 hectáreas de cultivo dañadas en las zonas declaradas en emergencia lo que generaría una grave perdida de los medios de vida de las familias afectadas y desabastecimiento de productos poniendo en riesgo la seguridad alimentaria, y con ello se afectarían los esfuerzos del país por reducir la anemia y la desnutrición crónica infantil.
Necesidades urgentes
En las zonas más afectadas, hay una clara necesidad de acceso a agua potable, artículos para la protección ante humos tóxicos y suministros para limpiar las viviendas, escuelas y campos de cultivo dañados.
En cuanto a la salud, se necesita tratamiento y prevención urgentes debido al alto riesgo de enfermedades respiratorias, cutáneas y oculares causados por la exposición al humo y la ceniza.
El representante de UNICEF también hizo un llamado para que con prontitud se cuente con información que permita dimensionar el impacto de la sequía y los incendios forestales, en particular la pérdida de cosechas que son fundamentales para el sustento y la seguridad alimentaria de miles de familias, y así se pueda dar pronta respuesta a las necesidades de la población afectada, especialmente las niñas, niños y adolescentes.