Pese a los cuestionamientos por las reacciones de la comunidad de un barrio de Soledad, hay silencio por parte de las autoridades.
Es crítica la situación de orden público e inseguridad en el barrio La Arboleda, del municipio de Soledad, Atlántico, por cuenta de las peleas de pandillas que protagonizan jóvenes, en su mayoría niños y adolescentes, que se enfrentan con piedras, machetes y a veces hasta armas de fuego hechizas exponiendo sus vidas y las de los residentes del sector.
En la zona, la comunidad sostiene que desde el año pasado han «alertado a la Policía de Infancia y Adolescencia, al ICBF y la Alcaldía, sin que haya solución definitiva» para frenar estos enfrentamientos.
Incluso, los habitantes reconocen que entre ellos han conformado un grupo de unos 12 vecinos para hacerles frente a las pandillas y ahuyentarlas cada vez que estas comienzan sus batallas en el barrio.
«Nosotros nos oponemos a esos enfrentamientos, por eso hicimos un grupo en Whatsapp y ahí nos llamamos cuando se forman esas peleas para salir a detenerlas», contó Warner Rodas, líder de La Arboleda.
«Sonamos las alarmas y enseguida salimos con palos para espantarlos y los correteamos para que se vayan del barrio», agregó.
Pese a los cuestionamientos por estas reacciones de la comunidad, hay silencio por parte de las autoridades, muy a pesar de que la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana en la que pide a las instituciones responsables priorizar la intervención de 64 barrios del municipio de Soledad para frenar estas eternas peleas de pandillas.