EL SALVADOR:
Por Karen Molina
En mayo, el índice de actividad económica del sector volvió a registrar números negativos. este es el sector de mayor peso en la economía y el que genera más de 180,000 empleos directos.
El sector industrial salvadoreño arrastra una racha de bajo crecimiento y de números negativos desde hace dos años, llevándose de encuentro miles de empleos que dependen de esta actividad.
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Después de recuperarse del cierre del comercio internacional por la pandemia en 2020, el sector comenzó a despuntar con cifras de crecimiento récord de hasta 48.12%, pero en el último trimestre de ese año, sus cifras comenzaron a caer al punto de no lograr recuperarse y ni siquiera alcanzar los niveles pre pandemia.
Los datos del Banco Central de Reserva (BCR) muestran que cada mes, su variación interanual (su crecimiento respecto al año anterior) ha sido mínima, con variaciones de 0.35%, 0.73% o incluso, 0.02% en diciembre de 2023.
La última variación interanual del Índice de Volumen de Actividad Económica (IVAE), indica que este sector decreció en -1.97 % en mayo pasado, siendo el tercer mes del año en números rojos.
El economista Otto Rodríguez estima que la tasa promedio de este sector en lo que va del año ha sido de -1.77%, lo que denota un problema de reactivación después de la pandemia.
Los datos preocupan a los economistas debido a que este sector es el mayor empleador a nivel nacional y con altos niveles de encadenamiento, y que a su vez genera miles de empleos indirectos en todo el país.
El economista y coordinador de proyectos de macroeconomía de FUNDE, Rommel Rodríguez, afirma que el mayor aporte de este sector es la generación de empleos y su capacidad transformadora de la riqueza.
“Este es un sector transformador de productos primarios. En la medida que el sector industrial se fortalece, hay más empleo, más salario y más valor agregado contribuye a más riqueza y si esto se viene abajo, la riqueza no se produce de la mejor manera y hay salarios o bajos o sin empleo”, Rommel Rodríguez, economista FUNDE .
Los últimos datos oficiales, a marzo de 2023 mostraban que 186,612 personas cotizantes laboraban para el sector industrial, una cifra que se redujo en al menos 10,000 puestos respecto al año anterior.
A la fecha se desconoce cuál es el número de empleos en el sector, si estos subieron o bajaron, pues el gobierno no actualiza los datos de cotizantes y patronos registrados en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) desde marzo de 2023.
La industria es, además, es una de las que más depende de los ciclos económicos de Estados Unidos pues este es el principal destino de exportación después de Centroamérica. Y en efecto, es así: entre enero y junio de 2024, las exportaciones totales han caído 6.7%, siendo la industria la que aporta el 95.7% de esas exportaciones.
Solo este sector tuvo una caída del -9.78% en junio con respecto al año pasado, como producto de una disminución de la demanda estadounidense. La industria textil se ha llevado la peor parte, con una caída de -18.2% respecto a un año atrás.
Empresas como la mayor empleadora del país, HanesBrands, tuvo que recortar personal ante la reducción de la demanda estadounidense.
Contiene la crisis
La industria, por su parte, se ha tomado los números negativos como un desafío para su productividad, tratando de buscar otros mercados o innovando con otros productos para mantener a sus clientes.
Durante la entrega de premios a los mayores exportadores de la industria, el presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Jorge Arriaza, dijo que las empresas están acostumbradas a las oscilaciones del mercado internacional y que muchas de ellas siguen innovando para mantenerse vigentes.
Arriaza dijo, además, que esperan que estos números se reviertan en lo que resta de 2024, esperanzados a que la economía de Estados Unidos mejore y con ello también se reactive la demanda.
“Estamos sujetos al entorno mundial. El tema de EUA lo venimos sufriendo desde hace meses, esa desaceleración y aún a este momento, empieza a salir de su estancamiento. Nos ha afectado. Ahora esperamos diversificar algunos destinos y esperamos que EUA vuelva a una buena dinámica pronto”, dijo Arriaza.
Sin embargo, un reciente estudio presentado por la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (FUDECEN) indicó que El Salvador sigue inmerso en una trampa de bajo crecimiento debido a que la estructura productiva y de empleo no ha logrado un cambio dirigido a sectores de elevada productividad y complejidad, lo que sigue evitando una transformación real.
Otro Rodríguez señala que la baja inversión extranjera directa también es problema que limita al sector industrial.