ECUADOR:
Aunque el FMI insta a revisar los subsidios a los combustibles fósiles, el subsidio al gas no está en discusión .
Lo que sí plantea el organismo multilateral es una reforma gradual al subsidio del diésel, cuyo costo para el país casi triplica al del gas.
TOMADA DE: https://www.lahora.com.ec/
En medio del debate sobre la sostenibilidad fiscal del país y las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), han circulado versiones que afirman que el subsidio al gas en Ecuador será eliminado.
Sin embargo, esta afirmación es falsa. Ni en el acuerdo vigente con el FMI, ni en los informes más recientes del organismo se contempla esa medida.
Lo que sí se analiza es una posible reforma al subsidio al diésel, que representa un gasto mucho mayor para el Estado ecuatoriano: entre $1.500 y $2.000 millones, según el presupuesto prorrogado para 2025. En comparación, el subsidio al gas doméstico cuesta al país alrededor de $737 millones al año.
¿Qué dice el FMI sobre el subsidio a los combustibles?
El más reciente Fiscal Monitor del FMI, publicado el 23 de abril de 2025, recomienda a los países —especialmente a economías emergentes como Ecuador— que reduzcan gastos considerados ineficientes, como los subsidios a combustibles fósiles (gasolinas y diésel). Esto, en el marco de un preocupante aumento de la deuda pública global, que podría acercarse al 100% del PIB mundial para finales de la década.
Según Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, la reducción de estos subsidios no solo fortalecería las finanzas públicas, sino que también permitiría corregir distorsiones en los precios del mercado, incentivar el uso de energías eficientes y liberar recursos para gasto social más focalizado.
Era Dabla-Norris, directora adjunta del mismo departamento, aclaró que estas reformas deben ser graduales y acompañadas de medidas compensatorias para proteger a la población más vulnerable, como transferencias directas de dinero.
En su acuerdo con el FMI, Ecuador no ha asumido el compromiso de eliminar el subsidio al gas. Al contrario, este se mantiene como un pilar de protección social en un contexto económico delicado. El enfoque actual del Gobierno de Daniel Noboa y del FMI está en el diésel, no solo por su alto costo, sino por su uso menos focalizado.
El subsidio a las gasolinas ya se está desmontando y el siguiente es el diésel
Desde junio de 2024, Ecuador aplica un sistema de bandas para las gasolinas Extra y Ecopaís, con topes máximos y mínimos de variación según los precios internacionales.
Si los precios globales superan el límite superior, el Estado asume el costo adicional como subsidio. Con la reciente caída de los precios del petróleo —agravada por la guerra arancelaria liderada por Estados Unidos— el subsidio a ciertos combustibles ha disminuido.
Para expertos como Oswaldo Erazo, economista y secretario ejecutivo de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo, esto representa una oportunidad para avanzar en la liberalización de precios en algunos productos, pero no en el gas de uso doméstico.
Con un déficit fiscal que sigue sin solución estructural y una deuda creciente, el Gobierno ecuatoriano está obligado a tomar decisiones que le permitan cumplir sus compromisos con organismos multilaterales y mantener su estabilidad financiera. A falta de una nueva reforma tributaria en el corto plazo, todo apunta a que la revisión del subsidio al diésel será una de las primeras medidas en la agenda.
Pero el subsidio al gas no está sobre la mesa. Y cualquier intento de vincularlo a las recomendaciones del FMI, carece de sustento técnico y documental. (JS)