Brian Ferney Valencia Ríos
El asteroide Bennu podría liberar una energía equivalente a 80 mil bombas atómicas de Hiroshima.
Científicos chinos estarían evaluando una estrategia para desviar un asteroide que en años podría impactar contra el planeta Tierra, una de las propuestas es lanzar 23 cohetes para desviar su curso.
Bennu es un objeto espacial que tiene un peso de 77,5 millones de toneladas y su diámetro es comparable con el edificio Empire State de Nueva York.
Este asteroide, que fue explorado por la Nasa en el año 2018 a través de la misión OSIRIS-REx generaría a través de su impacto 1.200 megatones de energía, esto sería equivalente a 80 mil bombas atómicas de Hiroshima, por lo que los daños en el planeta serían de grandes proporciones.
Aunque algunos expertos pronostican que el impacto con la Tierra podría darse en aproximadamente 150 años, desde ya el Centro Nacional de Ciencias Espaciales de China –Cncec– estaría trabajando en un plan para desviar este asteroide.
De acuerdo con una publicación en el diario científico Icarus, el plan de China consistiría en lanzar 23 cohetes con el objetivo de impactar contra la superficie de Bennu con una energía cinética suficiente para desviarlo al menos 9 mil kilómetros del posible rumbo de colisión.
Según la publicación y varias academias chinas de tecnologías espacial, el impacto sincronizado de estos 23 proyectiles sería suficiente para cambiar la órbita de Bennu.
Esta opción se contrasta con la de la Nasa, quienes han propuesto lanzar un número mayor de proyectiles, pero más pequeños, serían de 34 a 53 cohetes de nueve metros una década antes de que el asteroide cruce con la Tierra.
Por ahora, la comunidad científica cuenta con tiempo para realizar los respectivos cálculos y determinar el verdadero riesgo del asteroide y si será necesaria este tipo de estrategias, lo cual se sabrá aproximadamente en el año 2135.
Sin embargo, sí existen otras preocupaciones. Según el informe de la Academia Internacional de Astronáutica, hay asteroides desconocidos que podrán llegar a la Tierra sin ser detectados con el suficiente margen de tiempo para poder enviar misiones como las que proponen la Nasa o el Cncnc.