Luego de que uno de los compradores reaccionara tras la demolición del polémico edificio, el Distrito se pronunció, dándole respuesta.
Luego de que el pasado sábado 2 de noviembre la Alcaldía de Cartagena hiciera oficial la finalización del desmonte del polémico proyecto Aquarela, El Universal conoció de primera mano las reacciones de uno de los compradores afectados.
Una de las declaraciones de esta persona fue que la última vez que el Distrito se había reunido con los afectados fue en julio y, señaló, que la última programada para septiembre no se llevó a cabo.
“En realidad, nadie del Distrito nos ha vuelto a llamar y esa es la preocupación que tenemos, porque nos enteramos del desmonte completo y de todas las noticias a través de los medios. Tampoco nos han dicho más nada directamente, y ahí radica nuestra inquietud”, indicó Luis Torres, uno de los afectados.
Ante esto, la Oficina Asesora Jurídica confirmó que el alcalde Dumek Turbay junto a su gabinete y, en compañía de sus asesores jurídicos, sí sostuvieron una reunión reciente con los compradores, la cual se desarrolló el pasado 31 de octubre.
“El objetivo era informarles sobre los avances que se han realizado y sobre todo dejarles el interés único del Distrito de salvaguardar sus intereses”, comunicó la entidad.
La Alcaldía también señaló que han ido trabajando en la intervención de la constructora. “Tanto el alcalde como su gabinete y junto a la Secretaría General, han estado trabajando en la intervención de la Promotora 47 quienes son los responsables de este proyecto, con el fin de contar con un agente interventor, logrando así que la constructora responda a los afectados y por la demolición del proyecto”, manifestó el Distrito.
Lo que discutieron en la reunión junto a los compradores de Aquarela
La Oficina Asesora Jurídica mencionó los puntos que debatieron en la ultima reunión con las familias afectadas del proyecto. Estas alternativas fueron:
1. Avanzar en la liquidación de la promotora y de esta forma se pueda realizar la devolución de los dineros invertidos por los compradores.
2. Lograr la ubicación de los afectados en los diferentes proyectos liderados por Corvivienda con subsidio o plan especial.
Tambien enfatizaron que la reunión con Corvivienda, en estos momentos, se encuentra en acuerdos, así como también aguardan contar con unos canales de comunicaciones claros y eficaces con el agente interventor.
“Es claro que el Distrito sigue trabajando para salvaguardar los intereses de los afectados, y que la constructora actúe en el marco de la ley, para que sepan que sus acciones tienen consecuencias y que los usuarios se sientan protegidos”, aseguró la Alcaldía.
Sobre la demolición de Aquarela
El proceso de desmonte se inició el pasado 22 de marzo, demorando alrededor de 7 meses para que la torre de 25 pisos, se convirtiera en escombros.
Según la Alcaldía, la demolición de Aquarela tuvo un costo de más de $11.000 millones, proceso que realizó la empresa caleña Atila, quien desmontó piso a piso la polémica estructura que se encontraba a escasos 200 metros del Castillo San Felipe, lo que amenazaba con quitarle el Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, otorgado por la Unesco.
“Con Aquarela en el piso, la declaratoria de Patrimonio de Cartagena vuelve a estar a salvo de todo riesgo. Con esta torre en el piso, la ciudad y sus derechos ganan; así como ahora lucharemos para que también ganen los compradores afectados de este nefasto proyecto”, expresó Dumek Turbay Paz.
Desde el Distrito, indicaron que la empresa contratista se encargará del proceso de recogida y disposición de los escombros tras la demolición total que, aproximadamente una semana, llegó a su fin, para luego ser trasladados al botadero, última actividad de la empresa acordada en el proceso contratado.